Los directores financiero y jurídico de la Compañía en Italia ofrecen las claves del escenario actual tras la aprobación de la Ley de Estabilidad
ROMA, 4 marzo 2016.- El sector de juego en Italia busca hacer frente a los nuevos cambios introducidos por la Ley de Estabilidad de 2016. Esta norma deroga la disposición de la ley de financiación del Estado de 2015 que imponía una tasa adicional de 500 millones de euros sobre el sector, pero al mismo tiempo supone un aumento de la presión fiscal sobre el juego (hasta el 5,5 % en videoloterías y 17,5 % en máquinas tragaperras). No obstante, los gestores de Codere Italia están convencidos de que existen “interesantes” márgenes de crecimiento y posibilidades de mejora en su posicionamiento con inversiones puntuales como consecuencia de una necesaria e inminente concentración de operadores. Todo, si se sigue trabajando, como hasta ahora, al más alto nivel.
Marco Zega, director de Administración y Finanzas, y Stefano Natalicchio, director del Área Legal de Codere Italia conocen el detalle de las implicaciones que la Ley de Estabilidad, antes conocida como Legge Finanziaria (Ley Financiera, en italiano), tiene para el sector del juego y, en concreto, para la Compañía. La Ley de Estabilidad, según explican, es el instrumento a través del cual el Parlamento italiano, a iniciativa del Gobierno, define el modo en el que se implementará el programa del Ejecutivo. En ella se recogen las normas destinadas a la identificación de los recursos necesarios para llevar a cabo las líneas estratégicas del Gobierno, actualmente liderado por el socialdemócrata Matteo Renzi.
La Ley de Estabilidad, aprobada a finales de 2015 para todo este ejercicio, contiene disposiciones que, están llamadas a tener un impacto “absolutamente relevante” en las líneas de negocio de Codere en Italia, según explican los responsables del Área Financiera y Legal de la Compañía. En lo que respecta al juego y al negocio de Codere en territorio italiano, la Ley incluye los siguientes elementos:
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Aumento del nivel impositivo sobre las vídeo-loterías de medio punto porcentual y sobre las máquinas AWP (Amusement With Prize) de 4,5 puntos porcentuales, solo parcialmente compensados, en este último caso, por la retirada del porcentaje de premios que hay que reservar a los jugadores.
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Aumento de los costes a los que se ha de hacer frente para poder participar en el concurso público que atribuirá las nuevas concesiones de bingo, así como para la prórroga de las actuales (de 2.000 a 5.000 euros).
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Un avance de las indicaciones sobre la tecnología de las AWP (máquinas que permiten algún tipo de interacción del jugador, aunque sin depender de su habilidad) que en el plazo de unos años deberá sustituir a la actual.
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Nuevas indicaciones sobre los procedimientos de homologación de los sistemas de vídeo lotería.
Además, la Ley de Estabilidad incluye disposiciones derogatorias, como la supresión del impuesto adicional para las máquinas de juego, introducido en 2015. Según explican Zega y Natalicchio, era “una verdadera expropiación de un total de 500 millones de euros anuales, en perjuicio de todo el segmento de operadores que trabajan con AWP y vídeo-lotería, y que establecía criterios poco claros sobre la subdivisión de tales importes”.
Este impuesto suscitó una serie de procesos judiciales que llevaron al Tribunal de lo Contencioso-Administrativo del Lacio (la región cuya capital es Roma) a plantear la cuestión ante el Tribunal Constitucional. Fue después cuando el Parlamento decidió derogar la norma en vigor a través de la Ley de Estabilidad de 2016. Pero aún sigue pendiente la cuestión sobre qué ocurrirá con las cantidades recaudadas en 2015 a través de esa norma, que dejó de estar en vigor el pasado 1 de enero. Todo dependerá de la resolución del Tribunal Constitucional, que se espera para dentro de un año aproximadamente.
¿Qué piensa hacer Codere? ¿Qué está haciendo la competencia?
“Codere está presente en Italia fundamentalmente en el mercado de las máquinas automáticas (en el papel de concesionaria, gestor y operador) y del bingo. En ambos sectores nos situamos en la élite, en términos de rentabilidad y calidad. Consideramos que, si seguimos trabajando al máximo nivel, Codere tiene interesantes márgenes de crecimiento y puede mejorar su posicionamiento a través de inversiones puntuales. A menudo, extensos períodos de crisis esconden oportunidades inesperadas de crecimiento para quien posee las competencias adecuadas y es capaz de tomar decisiones valientes pero, al mismo tiempo, medidas”, afirman los directores del Área Financiera y Jurídica.
En cuanto a los movimientos de la competencia, hay que tener en cuenta que la división de máquinas automáticas y la de bingo registran un fenómeno de concentración empresarial, principalmente como medida de supervivencia frente al aumento de la presión fiscal. En este sentido, en 2015 se cerró la fusión entre las compañías SNAI y COGETECH, una operación por la que se creó la mayor red del país en apuestas deportivas, con más de 1.600 puntos de venta, y a la que ésta última aportaba, entre otros aspectos, su cuota de mercado del 9 % en el sector de las máquinas de juego.
“No hay que descartar que otras operaciones puedan plantearse en los próximos meses. En cuanto a la importantísima categoría de los gestores de AWP, también en este caso es probable que el aumento de la imposición ponga en apuros a un gran número de operadores del mercado y favorezca operaciones de fusión y adquisición”, explican Zega y Natalicchio. “Lo mismo en lo que respecta a las salas de bingo, que a menudo son hoy propiedad de pequeños empresarios que podrían, en el futuro más próximo, no tener los recursos financieros para participar en las nuevas licitaciones mediante concurso público y permanecer así en el mercado. Es un escenario muy dinámico, en el que los operadores más sólidos, y entre ellos Codere, pueden aprovechar grandes oportunidades”, añaden.
La opinión pública presiona mientras se busca una reordenación de las competencias normativas
Todos estos condicionantes llegan en un momento en el que el Gobierno italiano busca el equilibrio entre las presiones de parte de la opinión pública para reducir “drásticamente” la oferta de juego –y en particular la de AWP y vídeolotería- y la necesidad de financiación para las arcas públicas a través de los impuestos que genera esta actividad.
“Nuestra sensación es que los representantes del Gobierno han entendido la absoluta necesidad de dejar a un lado las actitudes populistas y encontrar soluciones razonables y equilibradas junto a los operadores del sector del juego legal, la Administración local y el resto de interlocutores institucionales”, afirman los directivos de Codere Italia.
La Ley de Estabilidad 2016 prevé que, como muy tarde el próximo 30 de abril, la Conferencia Estado-Regiones-foro en el que se reúnen representantes de las distintas Administraciones-, defina las características de los puntos de acceso al juego y los criterios para su distribución y concentración territorial. De ese modo, se pretenden garantizar mejores niveles de seguridad para la defensa de la salud y del orden público en un sector que acusa los estigmas de la ludopatía y el temor a la infiltración de la mafia en el juego ilegal; y se quiere evitar asimismo que los menores de edad accedan al juego.
“Esperamos que los trabajos de esa Conferencia puedan contribuir sustancialmente a la definición de una reordenación global de la normativa que regula el juego legal en Italia, que ponga fin a la guerra que hoy se libra entre la Administración central y las Administraciones locales sobre a quién le corresponde regular la oferta de juego”, comentan Zega y Natalicchio.
“Esta guerra ha traído una proliferación de ordenanzas municipales irracionales y demagógicas que a menudo han tenido como finalidad -y tampoco han hecho mucho por esconderlo- alejar el juego legal de los centros urbanos, obteniendo el único resultado real de dejar espacios peligrosísimos a una mafia dispuesta a hacerse un hueco en los lugares de los que se ha expulsado al juego legal. Con todo, las señales son esperanzadoras y miramos con moderado optimismo a las iniciativas que están en curso”, inciden.
Esta cuestión ha llamado la atención de los principales diarios italianos, como es el caso de La Stampa. Hace solo unos días ponía de relieve la complicada situación regulatoria del sector, con una atomización de la potestad normativa, que varía dependiendo del municipio en el que se localicen los puntos de juego. Existe una nota común: las distintas ordenanzas municipales que han introducido limitaciones a los horarios y la localización de espacios de juego en las cercanías de colegios y hospitales han generado una multitud de litigios. Según indica el periódico turinés, la media en estos últimos dos meses ha sido de una resolución judicial cada cinco días, por parte de los tribunales del orden Contencioso-Administrativo.
Según cálculos del portal de información sobre el sector gioconews.it, son “varios centenares” las ordenanzas municipales sobre el juego que se acumulan en Italia. Una de las últimas es la que ha llevado a prohibir el uso de máquinas en Verona (noreste) de las 13 a las 17 horas y de las 22 a las 10 de la mañana. En Nápoles (sur) no pueden abrirse salas en un radio de unos 200 metros de distancia de las oficinas bancarias, postales o cajeros, mientras que en Génova (noroeste) entre esas zonas “sensibles” de las que se quiere alejar el juego se incluyen ya las playas. Las resoluciones judiciales suelen coincidir en mantener las limitaciones de horarios al juego y en tumbar, por el contrario, aquellas ordenanzas que establecen límites a la localización geográfica.
Mientras se lleva a cabo la ordenación de las competencias en materia normativa sobre el juego, la Ley de Estabilidad para 2016 contempla ya una reducción gradual durante los próximos años del número de máquinas en territorio italiano, donde existe una máquina por cada 140 habitantes aproximadamente. En estos próximos cuatro años (hasta el 31 de diciembre de 2019), habrá de reducirse el parque de slots al menos un 30 % sobre el número de máquinas existentes a fecha de 31 de julio de 2015. En esa cifra tendrán que tenerse en cuenta también las tragaperras que se guardan en los almacenes, según puntualizaba hace unos días el diario milanés Corriere della Sera. Esto supone que la reducción se ha de aplicar sobre un total de 378.109 unidades, lo que hace que en cuatro años el número de máquinas en Italia deba ser de unas 265.000. Hoy son 342.200 las máquinas en funcionamiento.