Visión 2018, una mirada conjunta y estratégica

 

Trabajadores de Codere en el seminario de Excelencia Operativa

México/Madrid, 31 de octubre de 2017- Un año y medio después del inicio de la unificación operativa de la región Latam, la dirección de Operaciones y las de Recursos Humanos quieren dar un paso más hacia la integración de México, Colombia y Panamá, con un proyecto estratégico que engloba las iniciativas de estas áreas y las alinea a los objetivos de la Compañía. Visión 2018 busca preparar a los colaboradores para los desafíos venideros a través de tres ejes de trabajo: formación y desarrollo, bienestar y compromiso, y resultado.

Visión 2018 es un elemento de continuidad sobre el proceso de transformación que estamos llevando a cabo. En una primera fase, nos centramos en reenfocar el modelo de negocio y nuestro posicionamiento competitivo. Los tres países llevaban distintas velocidades y había que cambiar las bases. Una vez que tenemos una base sólida para construir, nos adentramos en una segunda fase centrada en consolidar los pilares de crecimiento, como había indicado ya nuestro presidente José Antonio Martínez Sampedro. Vamos a intensificar las actividades de formación, generando un equipo más capacitado, motivado y alineado, para poder competir y centrarnos en los desafíos que vienen”, explica Carlos Villaseca, director de Operaciones de la región.

En palabras de Deysi Liñán, directora de Recursos Humanos regional para Panamá y México, “somos muy conscientes de que el desarrollo y formación del personal es el principal reto que tenemos. Necesitamos contar con gente capacitada, comprometida y contenta de pertenecer a Codere. Es por ello que hemos creado este programa, como un alineamiento de nuestras gestiones fundamentales; formación, bienestar y compromiso con los resultados; pilares fundamentales para el logro de los objetivos de la empresa y del colaborador. Este proyecto se crea también con el propósito de alinear en conjunto la gestión entre las áreas de Operaciones y Recursos Humanos, aliados estratégicos en la consecución de los resultados”, explica.

Deysi Liñán, directora de Recursos Humanos regional para Panamá y México, en el seminario de Excelencia Operativa.

Formación y desarrollo

Los constantes cambios del mercado hacen de la adaptación un eje fundamental para la supervivencia y el crecimiento de las organizaciones. La formación continua, que enriquece las capacidades y aptitudes de los colaboradores, es por tanto una necesidad imperativa para cualquier empresa con vocación de liderazgo.

Entendiendo esta exigencia, se ha establecido en las unidades de negocio de México, Panamá y Colombia el Programa de Crecimiento y Desarrollo 2018, con acciones encaminadas a agregar valor a la operación, generando mejoras en la productividad, la gestión y el desarrollo profesional de los colaboradores.

En este sentido, Carlos Villaseca explica que “resulta clave impulsar una única manera de operar, pues crear cultura y compartir mejores prácticas es básico en estos mercados, además de un elemento motivador de la gente muy importante, ya que vas creando cantera para poder acometer el proyecto de crecimiento. Porque es absolutamente imposible conquistar territorios sin un ejército bien alineado”, añade.

Dentro de este apartado se ha dado inicio a una nueva edición del intercambio de posiciones entre gerentes y jefes operativos de Codere México con Panamá y Colombia, para seguir ahondando así en el conocimiento de las herramientas competitivas del equipo mexicano y el intercambio de mejores prácticas.

Este seminario de Excelencia Operativa, que se inició el pasado 3 de octubre, ya no tendrá una duración de dos semanas, como tradicionalmente, sino que se prolongará durante dos meses y medio –hasta final de año-, y servirá para la difusión regional de la metodología de gestión de operaciones (con el personal de México que se ha trasladado a Colombia y Panamá) y el desarrollo de líderes (el personal operativo trasladado de Colombia y Panamá a México, que recibirá una formación teórica, técnica y de habilidades de aproximadamente dos semanas, para insertarse posteriormente en las operaciones). Veinticuatro  colaboradores de Codere se encuentran en este momento inmersos en este cruce internacional.

Bienestar, el incentivo de un ‘Espíritu guerrero’

Con este segundo eje de trabajo se ponen en marcha una serie de iniciativas encaminadas a crear una organización más productiva y competitiva por medio de programas de salud y bienestar, que beneficien tanto al colaborador como a su familia, de manera que se colabore a incrementar su motivación y compromiso con el proyecto común, al aumentar su satisfacción laboral.

Dentro de este apartado, se ha puesto en marcha el programa Espíritu guerrero, que pone fin al tradicional Trébol de oro y busca recompensar a los colaboradores por alcanzar los objetivos del negocio.

El nombre Espíritu guerrero resalta las características que el nuevo programa quiere reconocer entre los colaboradores. Una alusión a las raíces prehispánicas de México que pretende evocar la pasión, entrega, fuerza y competitividad que le valieron la fama a las antiguas tribus de la zona. Solo los mejores, aquellos con un auténtico espíritu de batalla, lograrán el éxito.

“Quisimos llegar no sólo a otorgar un beneficio  establecido  por parte de la Compañía, sino a que el propio personal nos dijera cómo quería ser retribuido por su notable esfuerzo. Con este programa premiamos a los mejores, a las personas que vienen desarrollando un excelente trabajo, con buenos resultados, dentro de sus diferentes líneas de trabajo”, explica Deysi Liñán.

El programa, que ha comenzado implementándose en México, para despertar este carácter luchador entre sus alrededor de 5.500 colaboradores, se implantará posteriormente en Colombia y Panamá, adaptado a la cultura de cada entorno.

“Queríamos desarrollar algo que tuviese que ver con nuestras raíces y mostrase por qué una persona con pasión, voluntad, corazón y fe podía llegar a generar resultados y, con base en esto, reconocerse”, explica Maria Elena Tapia, subdirectora de Desarrollo y Capacitación de México.

Rodolfo Gutiérrez, subdirector de Excelencia Operativa de México, explica que con este programa “queríamos, dentro de los mejores, buscar a aquellos que hacen cosas extraordinarias, a los que impulsan, a los que realmente se atreven, a los que te contagian de buena energía, a los que marcan la diferencia en el día a día; porque estamos convencidos de que la mejor apuesta que podemos hacer en esta Compañía es invertir en las personas, que es lo que realmente crea valor y genera un retorno para nuestro negocio”.

La principal diferencia entre este nuevo programa y El trébol de oro es que, aunque en este último también participan solo las salas que alcanzaban los objetivos de la Compañía, posteriormente se premiaba al azar a los colaboradores de estas salas. Además, los premios eran bienes materiales no personalizados, como electrodomésticos, que se rifaban entre la plantilla. Espíritu guerrero, sin embargo, premia a las personas que más han ayudado a impulsar al Grupo hacia sus objetivos y lo hace de una forma individualizada, dependiendo de la circunstancia personal del ganador. El reconocimiento se puede traducir por tanto en ayuda para el pago de colegiaturas, cursos o talleres; asistencia psicológica o cualquier otra contribución que apoye directamente el desarrollo de los colaboradores y sus familiares.

Para determinar a los ganadores, lo primero es  localizar a las cinco mejores salas por cada una de las cinco líneas de negocio –terminales, mesas, alimentos y bebidas, Book y Bingo– y, dentro de cada una de ellas, se identifica a las personas más destacadas, teniendo en cuenta las cualidades individuales.

Una vez abierto este primer candado -que la sala se encuentre en base a sus resultados de win o ganancia teórica de la casa entre los cinco primeros lugares por línea de negocio-, Recursos Humanos y Operaciones harán una evaluación de las cuatro dimensiones con carácter individual.

Maria Elena Tapia nos explica que “en la parte individual, se tienen en cuenta las incidencias y la posición en el ranking trimestral que elabora operaciones. En la parte grupal, se valora la opinión del colaborador y de su forma de trabajar por parte de sus pares, su jefe y sus subordinados. La operativa pondera los conocimientos y la parte técnica. La dimensión estratégica es la que se tiene en cuenta en primer lugar, para posicionar a la sala entre los primeros puestos por línea de negocio. Con todos estos datos se hace un prorrateo, y quien se sitúa en su calificación por encima del 80%, es reconocido. Es decir, no reconoces a las cinco primeras salas, sino a las personas que lleven más de tres meses en la Compañía y que ocuparon las primeras posiciones dentro de las cuatro dimensiones en esas primeras salas”, concluye.

El Espíritu guerrero que Codere quiere impulsar en la región Latam tiene mucho que ver, en opinión de Rodolfo Gutiérrez, con la actitud del águila. “Son seres vivos que se crecen en la adversidad. El águila, cuando hay una situación que puede presentar peligro, como la lluvia, no desciende el vuelo, no aterriza, sino que hace todo lo contrario, vuela más alto para sobrepasar la lluvia”, explica.

Compromiso y resultado

En este tercer eje, que se encuentra en proceso de definición, se plantean acciones operativas para maximizar los logros de la operación y alcanzar las metas del negocio. Se está trabajando en este sentido en un ajuste del sistema de retribución de resultados que permita la mejora de la productividad de estas operaciones y del que el área de Recursos Humanos informará a los colaboradores de la región Latam una vez determinado el modelo.