Editorial 20 de diciembre de 2013

20 de diciembre de 2013

Esta última quincena Codere ha tenido una cobertura mediática realmente inesperada. Uno de los programas humorísticos de mayor éxito en la televisión de los Estados Unidos de América, “The Daily Show” en el canal Comedy Central, el 4 de Diciembre, dedicó 7 minutos a explicar su visión filo-mafiosa de la operación financiera diseñada por Blackstone –el fondo de inversión–, a través de su filial GSO, en Codere. Así mismo, expresó su perplejidad por la falta de cobertura periodística y mediática del evento.

Al día siguiente, Blackstone hizo un beatífico comunicado, explicando que su intervención no había sido bien entendida, ya que sus efectos fundamentales fueron:

  • Evitar la liquidación de la Compañía.
  • Impedir el despido de sus empleados.
  • Conseguir que pudiesen seguir cobrando sus proveedores.
  • Inyectar liquidez para que otros acreedores pudiesen cobrar gracias a ellos.
  • Compensar a los inversores de GSO por el riesgo de su capital.

Una semana después, El Confidencial recuperó su olfato informativo con respecto a Codere, elaborando dos noticias. Una, el lunes 9 de Diciembre, de tono continuista y reiterativo de sus informaciones y fijaciones previas, pero con algunas novedades de actualidad:

  • No hay liquidez para hacer frente a las obligaciones financieras.
  • Todo va a depender de que se llegue a acuerdos con los Hedge Funds que compraron con fuertes descuentos la deuda de Codere a los Bancos.
  • Se ha planteado a los Bonistas y Bancos acreedores una refinanciación total, o se solicitará pre-concurso de acreedores.

Los últimos resultados presentados por la Compañía elevan sus pérdidas un 80%. Sólo con un día de diferencia, el Blog Valor Añadido de S. McCoy, aportaba una perspectiva inédita, empezando por su titular “Así se forra Blackstone con la quiebra de Codere” y continuando con su visión de los acontecimientos, sin duda, mucho más analítica que la exhibida hasta ahora por su compañero en el mismo medio. Algunas de sus perlas a destacar:

  • Blackstone/GSO percibió comisiones sangrantes y elevados intereses.
  • Para financiar a Codere exigió un retraso que activase el default, lo que le permitió ingresar a Blackstone entre 11,4 y 13,7 millones de euros, en connivencia con el deudor.
  • La operación legal, stricto sensu, pero cuanto menos amoral, si no inmoral.
  • El silencio de los medios, fruto de los intereses creados, que impiden el ejercicio del periodismo en libertad.Blackstone sabrá lo que hace…..ladran luego cabalgamos.

Llegados a este punto, parece inevitable, que quienes trabajan en Codere se hagan unas cuantas preguntas, a saber:

  • ¿Tiene la empresa algo que decir al respecto?
  • ¿La participación de Codere en las “innovaciones financieras” de Blackstone ha sido una cooperación comprada?
  • ¿Ha sido la intervención de Blackstone una fuente de beneficios incontables?

Procede pues, dejar constancia de lo que según la Compañía ha ocurrido, así como arrojar luz sobre lo que está pasando y lo que queda por pasar. Los bancos que se han beneficiado a lo largo de los años, mediante comisiones que suman decenas de millones de euros, tanto en las colocaciones de Bonos como de las acciones de la Compañía, dos semanas antes del vencimiento de la deuda senior de Codere, vendieron los créditos sin descuento, hasta donde sabemos, y sin pedir de forma previa nuestro consentimiento. Cuando lo requirieron, y se les advirtió de forma específica sobre el conflicto de interés que podía suponer situaciones como la tenencia de Credit Default Swaps por parte de los compradores, se desentendieron y provocaron que la Compañía tuviera que asumir hechos consumados o afrontar un default inesperado. El desenlace está recogido en los contratos impuestos por los nuevos tenedores de la deuda. Son una realidad auto explicativa, aunque para mayor rotundidad, convenga dejar claro que:

  • Codere no quería tener como titulares de su deuda a los Hedge Funds que tras comprar CDS, pactaron su adquisición con los bancos, sin su previa conformidad.
  • Las condiciones requeridas por estos adquirentes, tuvieron que ser asumidas por ser la única alternativa a un default indeseado.
  • La Compañía dialogó con los miembros identificados del Comité de Bonistas, requiriendo su apoyo para evitar la conversión de avales y cartas de crédito de bajo coste para la empresa, en créditos con altos tipos de interés. La respuesta de los mismos fue incorporarse al grupo de adquirentes hostiles, consumándose el encarecimiento de la financiación senior que alcanzó un precio siete veces superior al original.

Cuesta identificar el beneficio que ha acompañado a Codere en su “cooperación” con los acontecimientos que ahora, por fin, parecen escandalizar a algunos. Desde la perspectiva de la Compañía, ésta se ha visto obligada a elegir la alternativa menos mala de las disponibles, habiendo sido planificados cuidadosamente todos los pasos por los nuevos tenedores del SFA y el Comité de Bonistas representado por Houlihan Lokey. Finalmente, queda por describir lo que quizás más interese, a saber, lo que en el día de hoy está pasando con la reestructuración financiera y lo que queda por ocurrir. La entrevista que se publica en este número a David Jiménez, nuestro responsable de la navegación en estas turbulentas aguas, aporta toda la información que es posible compartir. Su título mismo, ya refleja la voluntad de tratar el tema en toda su extensión y su lectura difícilmente defraudará. A esta travesía, todavía le queda recorrido. Seguiremos informando.