Una nueva etapa

La semana pasada cerramos definitivamente la reestructuración financiera, en la que hemos ocupado gran parte de la agenda durante los últimos dos años. Ha sido más largo y tedioso de lo previsto, pero por fin, ponemos un punto y final a la incertidumbre que provocan estos procesos, y con ello iniciamos una nueva etapa, con un balance más fuerte, capaz de volver a sostener proyectos de crecimiento.

En los últimos años, hemos logrado que Codere mejore notablemente su rentabilidad mediante la búsqueda de eficiencias en todos los procedimientos internos. Nuestro esfuerzo ha sido recompensado con la recuperación de posición competitiva en todos nuestros mercados gracias a la mejora de márgenes.

Esta creación de valor, demostrada en los últimos tiempos, nos aporta la capacidad necesaria para aprovechar las oportunidades de adquirir competidores menos rentables, y al mejorar su operación, consolidar el mercado y aumentar nuestra cuota del mismo.

Para conseguir este objetivo, tenemos que ser capaces de mantener nuestras eficiencias internas, al incrementar la generación de ingresos.

El futuro del sector, tanto desde una perspectiva regulatoria como competitiva, nos indica que el liderazgo va a requerir orientar nuestros negocios hacia el cliente y la omnicanilidad. Estas dos palancas de transformación  nos obligan necesariamente a introducir cambios para adaptarnos a los nuevos retos. Cambios en las estructuras y en los procesos de gestión, que van a reclamar una disposición favorable al aprendizaje, y en definitiva, al cambio por parte de todos nosotros.

(10 mayo 2016)