Lo que el pádel ha unido…

Un torneo mixto fomenta la relación entre compañeros de la sede corporativa de Codere

MADRID, 17 junio 2016.- Con la intención de promover el conocimiento mutuo entre colaboradores de distintos departamentos, un grupo de trabajadores de la sede corporativa de Codere en Alcobendas (Madrid) organiza desde hace tres años un torneo de pádel mixto. En esta competición individual no se hace distinción de género, ni tampoco de categorías laborales. Todos juegan contra todos, en la búsqueda de un único premio: el reconocimiento de sus compañeros como el mejor palista, una distinción que se alcanza al ocupar el primer puesto dentro de esta particular clasificación.

El promotor de esta competición, que concluye ahora su quinta edición y que se disputa en un club de pádel próximo a la sede corporativa, es Manuel Vaca, Jefe de Equipo Funcional SAP. Él se encarga de coordinar el torneo y de ir actualizando la clasificación siguiendo unas reglas muy concretas. El ganador del partido jugado en dos sets se lleva 3 puntos, y uno menos si ha hecho falta una tercera manga. En este último caso, el rival se llevaría un punto, a pesar de haber perdido el partido, pues habría conseguido ganar un set.

“No hay ningún tipo de premio material. Pero sí la honra de quedar el número uno. Empezamos siendo unos 12 jugadores. Hoy en día somos 26 y creciendo, porque me llegan peticiones de compañeros que se quieren incorporar. Lo que pasa es que, estando tan avanzado el ranking de este año, ya hemos preferido darles cabida el año que viene”, afirma Manuel Vaca.

Los puntos se obtienen por parejas en este deporte en el que son necesarios cuatro jugadores para disputar los partidos. Pero la clasificación es individual, puesto que los palistas van rotando de parejas en cada jornada. Los compañeros y rivales de encuentro se establecen al dividirse la clasificación en distintos grupos o niveles de cuatro jugadores. Dentro de esa subdivisión, el mejor clasificado jugará junto al cuarto contra el segundo y el tercero.

“Hay que adaptarse a la pareja que te toque. Esto te ayuda a exigirte al máximo en cada partido. Y es positivo aprender de tu pareja cuando tiene un mejor nivel que tú. Y apoyar en caso contrario”, afirma Francisco Javier Medina, Responsable de Aplicaciones Operacionales CRM y uno de los participantes de esta competición.

Este sistema de normas tan estudiado contiene además una serie de criterios de desempate en caso de que se produzca la igualdad en las puntuaciones. Esos criterios van desde el número de partidos jugados, o la diferencia de juegos, hasta la diferencia de sets o la posición en la clasificación del torneo anterior.

“El sistema de ranking que tenemos implementado al final hace que los partidos sean muy competitivos. Un ranking lo bueno que tiene es que coloca al final a los jugadores del mismo nivel más o menos en los mismos grupos. Se mueven en dos, tres o cuatro grupos. Eso hace que los partidos sean más competitivos. Y la gente lucha por estar más arriba. Más arriba que su compañero, más arriba que su jefe, más arriba que su director. Puedes tener a un director de Tecnología de la Información jugando contra un técnico administrativo. Creo que es una de las cosas más interesantes de este torneo. Nos ha permitido conocer a gente con la que probablemente no habríamos cruzado una palabra dentro de la oficina”, apunta el Jefe de Equipo Funcional SAP.

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Francisco Javier Medina en uno de los partidos contra Teresa Estébanez (d) y Susana García (i).

El pádel, una afición de larga trayectoria entre los colaboradores de Codere

Esta competición individual comenzó en octubre de 2013, después de que varios compañeros de la sede central de Codere en Madrid vinieran jugando durante años siempre con las mismas personas. La idea era enfrentarse a otras personas, sin perder la perspectiva del ámbito laboral que compartían. Hoy la cifra de participantes se ha duplicado con respecto a quienes comenzaron esta competición y el interés por participar en ella va en aumento.

“Hicimos una primera fase piloto, que fue corta, de octubre a enero principalmente. Y, a partir de ahí, cuando vimos que tuvo encaje, que la gente estaba contenta, fue cuando me empecé a plantear la continuidad y a organizar nuevas fases”, comenta Manuel Vaca. Esta última temporada se ha pasado del sistema de doble fase (torneo de apertura y de clausura) al de fase única, de octubre a junio. Pero la intención es volver al sistema anterior, puesto que éste se hace quizá demasiado largo.

Cada quince días se celebra una nueva jornada. Los jugadores tienen de tiempo dos semanas para ponerse de acuerdo sobre el día y la hora en la que disputar los encuentros, según el momento que mejor les encaje en sus agendas. Habitualmente suele ser en la hora de la comida. Y, como no se deja ningún detalle a la improvisación, se contempla además la posibilidad de que un jugador pueda sustituir a otro en el partido que debía jugar si éste no puede competir, por ejemplo, por encontrarse fuera de viaje. Es la figura del llamado “jugador solidario”, que deberá ser de ranking inferior al sustituido y que, en caso de victoria, sumará un punto extra a los conseguidos en el partido que le correspondía.

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Susana García, a la espera del inicio de la jugada con su compañera Teresa Estébanez al saque.

Un torneo en el que compiten chicos y chicas

La fase que ahora concluye ha visto cómo por primera vez el torneo se hacía mixto. Cabe la posibilidad de que una pareja femenina se enfrente a una masculina o que los combinados sean de chicos y chicas. Según Manuel Vaca, esta fórmula está teniendo éxito porque ellas (que por el momento son solo cuatro) compiten “bastante bien”.

Las chicas, apunta, “están subiendo el nivel y están peleando codo con codo, así que estupendo. En función de los puntos que vas sumando te puedes encontrar con una pareja de chicas o tu compañera puede ser una chica. La verdad es que está muy bien, mucho más entretenido”.

Una de las jugadoras es Teresa Estébanez, Analista de Planificación Financiera, la mejor clasificada de ellas. “Es una experiencia muy positiva, en la cual en todo momento nos hemos sentido el 50 % del equipo. Este deporte no consiste en fuerza física o velocidad, aspectos en los que quizá pudiéramos estar algo más en desventaja. Aquí tratamos de jugar y cubrir al compañero cuando lo necesite. Prima más el componente psicológico y de estrategia que el físico. Es un deporte de equipo. En todo momento tienes que confiar en tu compañero para poder sacar el partido adelante», afirma.

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Clasificación del Top 10 del quinto torneo, a falta de una jornada para el final.

Esta quinta fase del torneo de pádel entre trabajadores de Codere en Alcobendas ya ha proclamado matemáticamente un ganador, a falta de una jornada para su conclusión. Se trata de Pablo Martínez, Business Intelligence Engineer en Tecnología de Producto. Hasta ahora nadie ha quedado en primera posición dos veces, aunque los jugadores que ocupan los puestos más altos en el ranking suelen ser los mismos.

A esta competición a nivel interno se suma además la que disputan algunos colaboradores de Codere en representación de la Compañía frente a otras empresas del entorno. Se han formado tres equipos con seis personas que compiten con empleados de Mercedes o Indra, entre otras, a iniciativa del Club de Pádel La Moraleja, en el que se celebran todos los partidos de ambas competiciones.