Madrid, 12 de abril de 2019. -Carlos Villaseca es un viejo conocido y conocedor de nuestra casa, a la que accedió para quedarse hace ya dos décadas, en 1999, en aquel entonces en el área de Auditoría Interna de Corporativo, participando en la compra de Canoe y de Operibérica.
Posteriormente fue miembro de la oficina creada para apoyar al entonces presidente de la compañía y, en el año 2004, se desplazó a Argentina, para trabajar con el actual director general, Vicente Di Loreto, como responsable operativo y más tarde como COO en el país, en un periodo en el que se integró la operación de Royal a Codere.
En 2008 se trasladó a México como director de Operaciones para CIE -a través de Codere pero en AMH-, y a partir de 2012 Codere integró la operación de Caliente, quedando Villaseca como director de Operaciones de las dos empresas. En 2016 aunó bajo su liderazgo Codere y Panamá y, con la reorganización regional impulsada por el nuevo equipo gestor, ocupó la responsabilidad de COO del Cono Norte.
A partir de ahora, el recién nombrado COO de Retail de nuestro grupo será responsable de la vertiente offline de nuestro negocio de juego.
Con tu visión global sobre la industria, ¿cómo ves el actual escenario del juego?
He tenido la suerte, durante estos 20 años en Codere, de trabajar en distintos proyectos y entornos, y de ver la evolución de los mercados. La dinámica general de evolución es parecida en todos ellos, observándose una creciente presión por parte de los diferentes actores de la industria.
De un entorno casi monopólico entonces, a entornos altamente competidos actualmente en casi todos los países, donde todos los participantes -estado, clientes, proveedores, competidores, colaboradores, etc.-, han ido elevando su exigencia al ecosistema; al igual que el capital, que invierte pero demanda retornos.
Pero a veces el propio mercado no crece a la velocidad que quisieran todos estos actores y que permitiría una distribución de la riqueza que satisficiese todos los intereses en juego. Los proveedores piden más cuotas, las máquinas son más caras, los clientes quieren mejor servicio, más premios y promociones; nuestros empleados demandan mayor atención, los estados más impuestos y los inversores mayor retorno. En estas dinámicas, la clave es generar valor real y apreciable.
¿Y qué debe hacer nuestra compañía ante este contexto?
La clave de éxito ante este escenario pasa por hacer crecer el mercado y nuestra cuota de participación en él. Para ello, hay que poner valor encima de la mesa y capitalizarlo, valor real. Es decir, que realmente los clientes y los inversores estén dispuestos a pagar por él. Porque si no, no es valor real, es sólo una propuesta de valor. Codere, como líder de la industria, tiene una gran responsabilidad a la hora de crear ese valor y redistribuirlo o ecualizarlo entre los distintos stakeholders.
¿Cómo vas a poder apoyar esto desde tu nueva responsabilidad?
Vamos a impulsar el desarrollo de ventajas competitivas de la compañía que se puedan capitalizar. Nuestro objetivo es aunar capacidades enfocadas al desarrollo de esas ventajas diferenciales que puedan ser apreciadas por los distintos intervinientes de la industria. Esto no solo contribuirá a incrementar el tamaño de los mercados en los que operamos, sino también la participación de Codere en ellos.
Buscamos la sostenibilidad de la compañía y el éxito en los próximos cinco o diez años, para generar una gran plataforma sobre la cual invertir. El capital se siente atraído por quien mejor lo utiliza.
¿Por qué este cambio organizacional es positivo el logro de nuestros objetivos?
Este cambio enfoca los recursos a sus capacidades. Este movimiento no elimina, no discrimina ni reduce, ni coarta; sino que amplia, potencia, alinea y aúna. Buscamos transitar de “multiproyectos Codere” a “Codere con multiproyectos”.
