Codere Argentina: el área técnica al servicio de la excelencia

Conocemos al equipo técnico argentino, que persigue un funcionamiento eficiente y la optimización de los recursos

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Máquinas utilizadas para el recambio de componentes en Codere Argentina.

LOMAS DEL MIRADOR (ARGENTINA), 28 de enero de 2016.- Uno de los ejes más importantes del negocio quizás no sea el más visible. En este caso el equipo a cargo de Horacio Gutenmajer es uno de los motores fundamentales que se encarga de que el parque de máquinas funcione a la perfección en cada una de las salas argentinas de Codere. Hoy presentamos al equipo técnico de Argentina y contamos cuáles son sus principales tareas y problemáticas del día a día.

Horacio, quien entró en la Compañía en 1998 en el puesto de técnico de máquinas y actualmente ocupa el cargo de gerente de mantenimiento técnico, lidera un equipo que ha pasado de tener una única categoría de técnicos a cuatro. En la coordinación de éstas se encuentran los tres jefes técnicos coordinadores, que son sus referentes en las salas: Damián Delpino para San Martín, Ramos Mejía y San Justo; José Luis Geronzi para Lomas del Mirador, Morón y San Miguel, y Gabriel Volpedo para La Plata, Lanús, Lomas de Zamora y Temperley. A ellos se suman ahora los técnicos “part time”, o de jornada reducida, quienes se dedican exclusivamente a tareas de mantenimiento preventivo que se efectúa por la mañana, que es el horario de menor afluencia de público, por lo tanto de menor impacto operativo.

Según explica el propio gerente de mantenimiento técnico, para pasar de una categoría a otra y desarrollar las tareas específicas de ésta, hace falta un mínimo de antigüedad y un examen, lo que supone un gran incentivo para el personal, ya que tiene una expectativa de mejora, que genera mejor clima laboral.

“En la época en que yo empecé había tres salas y un técnico por cada una. Por ese entonces comencé en la sala de Lanús y luego fui a Morón cuando aún estaba en obra. Luego pasé por San Martín, San Justo y Ramos Mejía como jefe técnico. En el año 2008 comencé a hacerme cargo de esta área y a partir de ese momento intentamos darle un impulso bastante importante a la estructura técnica. De manera que incorporamos nuevo personal en el Laboratorio de I+D con el objetivo de solventar las necesidades que se generan en las salas, desde las reparaciones, el incremento de máquinas, de nuevas tecnologías, de nuevos medios de control”, explica Horacio. “Todos estos puntos –añade- hacen que se requiera mayor recurso humano para poder cumplir con las obligaciones que el área demanda”.

Laboratorio I+D, un lugar para el desarrollo

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Las ruletas, uno de los componentes que se reparan en el Laboratorio I+D de Codere Argentina.

“Lo que hacemos en muchos casos es adquirir las nuevas plataformas y hacer un reemplazo en la tecnología vieja. A partir de este reemplazo por una nueva tecnología, reutilizamos los repuestos viejos”, comenta Horacio. “Tenemos ruletas que tienen más de 10 años que funcionan y que funcionan con tecnología de ese momento –agrega-. En esos casos hay  repuestos que ya no existen más. La tecnología evolucionó muchísimo y esa evolución hace que los fabricantes generen nuevas plataformas, dejando obsoleto todo lo anterior y no solo obsoleto sino que también discontinuado. Entonces es difícil conseguir un repuesto para una máquina que rinde, que responde y que recauda; pero que el repuesto ya no existe en el mercado. Es en ese momento donde hay que poner todo el ingenio al servicio y a la búsqueda de la solución”.

El Laboratorio I+D está dividido en dos áreas: la de Ruleta y la de Laboratorio de Reparaciones. La primera se dedica a la toma de estadísticas, control de seguridad de las ruletas, reparaciones de placas y dispositivos. En cuanto a la toma de estadísticas, es una herramienta de suma utilidad para la prevención de fraudes o de riesgos o tendencias. Las ruletas, al ser dispositivos mecánicos, pueden llegar a tener tendencias a tirar hacia determinados sectores, lo que puede producir pérdidas para la Compañía. Se realizan estadísticas regularmente para descartar posibles tendencias o fraudes. El área de Laboratorio de Reparaciones está a cargo de Diego Seralvo. Aquí se llevan a cabo dos tipos de trabajos: sobre billeteros e impresoras, y sobre placas, fuentes y monitores.

Apuntando a la innovación tecnológica

Uno de los puntos más importantes que ha afrontado el equipo técnico de Argentina es el paso al nuevo sistema TITO (Ticket In-Ticket Out), dejando atrás el Token o de fichas, un sistema de pagos mecánicos que se basaba en las propiedades magnéticas de las fichas y que daba lugar a ciertos tipos de fraude, con las respectivas pérdidas que ello acarrea para la Compañía. Para paliar esta situación la Compañía adquirió en un principio otros tipos de comparadores diferentes a los originarios de comparación magnética. La nueva tecnología contaba con sistemas ópticos y podía detectar ciertos códigos en la ficha, pero también tenía sus limitaciones, ya que eran monederos programables y esa programación podía fallar e incluso generar una mayor cantidad de créditos.

En un paso posterior se llegó al sistema “cashless”, que eran tarjetas magnéticas para la carga y descarga de créditos. Y finalmente llegamos al sistema TITO, utilizado hoy día por la mayoría de la competencia y que es el vigente en todas las salas de Codere Argentina, salvo la de Temperley, donde aún funciona el Token.

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Almacén de billeteros de máquinas a disposición de Codere Argentina.

“Comenzamos a utilizar el sistema TITO en el año 2007 y la primera sala fue la de Lomas del Mirador. Como obtuvimos un resultado altamente positivo, decidimos implementarlo en el resto de nuestras salas. Por un lado tenemos el sistema EZ Pay, que es propiedad intelectual de la compañía IGT, y a partir de este sistema las distintas empresas empiezan a generar su propio sistema TITO, basado en el mismo protocolo de comunicación que utiliza el sistema de IGT”, explica Horacio.

“Las diferencias entre el primer sistema de EZ Pay y los actuales es que con el sistema más moderno de EZ Pay se necesitan dos canales de comunicación. Hay un canal primario, que se utiliza para el sistema online y controla la gestión de los contadores de las máquinas. De ahí se obtienen los resultados de los beneficios que puede dar una máquina, a través de los contadores que transmiten las máquinas, que es en lo que se basa la contabilidad y el sistema ‘Accounting’. A su vez, por el canal secundario, se sistematiza todo lo que es transaccional, que es el ticket que entrega la máquina al cliente. Luego vienen los sistema TITO integrados con el sistema de ‘Accounting’, con lo cual por un solo canal de transmisión, se envía la misma información”, añade.

Un parque de casi 7.000 puestos

Son cerca de 6.000 en Buenos Aires y unos 1.000 en MDQ los puestos que hay actualmente en las salas de Codere en Argentina. La última compra se hizo en abril de 2015. Si bien hubo épocas de mayor adquisición de máquinas y otras de menor, la renovación del parque de máquinas es permanente. Se realiza a través de distintos mecanismos que pueden ser compra, leasing o participación. Las máquinas que se han comprado han sido, en general, nuevos modelos, puesto que los fabricantes van renovando sus plataformas. Horacio Gutenmajer nos explica la situación actual de las máquinas de juego en Argentina.

¿Qué tipo de máquinas son las que más le gusta al Cliente?

Fundamentalmente existen juegos de vídeo y de rodillo mecánico. Después hay combinaciones o híbridos, o rodillos virtuales. Hay una tecnología llamada “MLD” (multi-layer display), que es un monitor que tiene cierta transparencia y hace que el monitor de atrás también se vea. Es un display arriba de otro y puede generar efectos 3D o la dinámica de un rodillo virtual, o animaciones cruzadas entre ambos monitores.

Otra de las cosas que fue evolucionando en cuanto a tecnología, fue el tema de las pantallas táctiles. Hoy todas las máquinas lo tienen, pero antiguamente no, eran solamente con teclas o palanca. La palanca aún existe, ya que es un accesorio que simula la acción del botón. En la provincia de Buenos Aires por legislación, las palancas no están permitidas, por eso nuestras máquinas no las tienen.

¿Qué se hace con las máquinas que ya no son funcionales?

Las máquinas que ya no sirven se encuentran en los depósitos con los que cuenta la Compañía (San Justo y Lanús). Actualmente estamos vaciando el depósito de Lanús y todo aquello que pueda llegar a servir o sea potencialmente reutilizable, lo estamos llevando al depósito de San Justo.

 ¿Con el resto qué se hace? ¿Se recicla?

El resto del material se destruye, en estos días, estamos en un proceso de destrucción de máquinas obsoletas. Sin embargo, para llegar a la destrucción de una máquina, hay un proceso previo mediante el cual hay que detectar qué máquinas son obsoletas y cuál es el estado contable de la misma. Se hacen procesos con personal de auditoría y de activos fijo, se convoca a un escribano (notario), y después se retiran las chapas con los números de serie de cada máquina, que es lo único que se conserva. Luego de esto, esa máquina va a un depósito de chatarra donde es compactada y destruida.

Esto se realiza, ya que no todas las máquinas están siempre amortizadas, por lo cual si la máquina tiene un remanente monetario y se destruye, es una pérdida de valor para la Compañía.

Otro de los temas que más críticos del área técnica son los billeteros, ¿qué puedes contarnos sobre esto?

Al ser el medio por donde ingresa el dinero o el ticket, es uno de los puntos más importantes de nuestro trabajo. También hay una evolución en la tecnología de validación, desde los primeros billeteros hasta los actuales. Los billeteros han cambiado mucho en la parte mecánica, en la de lectura y en la seguridad de la misma.

¿Cómo se adaptan cuando sale al mercado una nueva moneda?

Ante cada billete nuevo que sale, debemos comunicarle al fabricante y ellos generan nuevos software para que pueda aceptar los billetes nuevos. Tanto en el caso de los billetes nuevos, como en el de los billetes falsos. Cuando aparece un nuevo billete falso se debe estudiar, ver en qué versión y marca de firma de cada billetero lo acepta. Una vez detectado eso y comprobada la veracidad, enviamos esos datos y ejemplares de billetes falsos al fabricante del billetero para que refuerce la seguridad y así poder evitar el fraude.

Actualmente proyectamos la renovación del parque de billeteros obsoletos. Ya que hay algunos que por la tecnología están pasados de época, tienen falencias, demandan muchos repuestos, no tienen el nivel de aceptación que puede tener la nueva tecnología o por fallas estructurales de los dispositivos que se hicieron en una época y después fueron mejorando ciertos aspectos que hacen que las cosas funcionen mejor.

Pasando a otro punto, en nuestras salas también contamos con Bingo. ¿Ustedes se encargan de arreglar los bolilleros (bombos de las bolas)?

Sí. Si bien no hay un sector destinado a este tema, es el personal que trabaja en sala quien se dedica a reparar bolilleros de bingo. Obviamente, en el caso de que se necesite que prestemos colaboración o repuestos, se brinda soporte, pero  normalmente las cuestiones de bingo las atiende cada sala y el proveedor del sistema dependiendo de cada falla.

Para terminar, ¿cuál es la proyección en cuanto al crecimiento del área de aquí a dos años?

Actualmente podemos decir que hay una reactivación del área. Esto da expectativas de continuidad y de tranquilidad para nuestros colaboradores, ya que la estabilidad laboral es un factor muy importante.

Nuestro objetivo es poder dar una mayor impronta a las reparaciones. A su vez nos favorecería enormemente que se levanten las restricciones a las importaciones ya que esto nos limita mucho. Sin embargo, también nos hace usar la inventiva y el ingenio a la hora de realizar las reparaciones.