Codere estrena marca renovada, única y global

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De izquierda a derecha: Ángel Fernández, Maria Teresa de Meer y Elena Morcilo, equipo corporativo de Marca Global.

Madrid, 10 de mayo de 2019- Acompañando al proceso de transformación cultural que estamos abordando en nuestra organización, y para darle reflejo visual, la compañía renueva y fortalece también su imagen corporativa, con una marca renovada, única y global; más directa, moderna y digital; adaptada al perfil heterogéneo de nuestros clientes y a las necesidades del entorno digital.

La nueva imagen de Codere supone un logotipo más sencillo y uniforme, y emplea los colores verde y gris. Deja atrás además el símbolo del trébol con el que la organización se ha identificado tradicionalmente, en estas casi cuatro décadas de trayectoria, al estar asociado a un componente de azar que no se corresponde a algunas de las nuevas modalidades de juego.

“Nuestro modelo de negocio ha ido transformándose, y ha pasado de ser logístico a estar centrado en el cliente. Esto hizo imprescindible una buena estrategia de marketing, con la que hemos ido logrando una mayor visibilidad y reconocimiento de nuestra marca Codere. No tiene sentido entonces tener más de medio centenar de marcas distintas, cuando contamos con una que es reconocida y aceptada por todos. La idea es que esta marca renovada sea, gradualmente, la única bajo la que opere nuestro grupo”, explica Ángel Fernández, director de Marca Global.

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Por su parte, Leonardo Desentis, director de Marketing del Cono Norte, añade en este sentido que “la nueva marca está encaminada a representar mejor lo que realmente somos. Armonizarla a nivel global y reforzar su conexión con nuestros valores de transparencia e integridad, puede darnos fortalezas locales e institucionales, si bien tenemos por delante un trabajo importante en cuanto a cómo aterrizarla a la realidad de cada una de nuestras geografías”.

Para que una imagen valga más que mil palabras

La unión necesaria de estos dos procesos, el de cambio visual y transformación cultural, destaca la idea de que la nueva marca no supone sólo un cambio estético, sino que parte de un nivel más profundo, con la interiorización y puesta en práctica, por todos y a diario, de los valores acordados como distintivos y necesarios para nuestro éxito organizacional.

“Las marcas deben ser diferenciales, relevantes y creíbles. Esa parte de credibilidad se la tenemos que otorgar de una manera auténtica, no impostada. Llevamos años operando y contamos con una razón de ser y unos valores, que son los atributos con los que hemos de conectar con el cliente final”, añade Ángel Fernández.

Así, son nuestros comportamientos y actitudes los que deben hablar por nosotros y cargar de verdadero valor la nueva imagen. Para que nuestro logotipo no se reduzca a unas simples letras, sino que sea la representación de la integridad, la búsqueda de la excelencia, la innovación y de una clara apuesta por el cliente. Y para que suponga además un motivo de orgullo de pertenencia, tanto por parte de los que formamos esta organización, como por la de nuestros clientes e inversores.

“Estos valores deben transmitirse en la organización, y fuera de ella. Desde que hacemos campañas de marketing, sobre todo en televisión, contamos de manera más concreta nuestra razón de ser, y esto tiene calado externo y también interno, pues fomenta el orgullo de pertenencia de colaboradores y clientes. Algo que ya existía en nuestra compañía, pero que hasta ahora no había sido orquestado y encapsulado”, explica Ángel.

Unos valores para la dignificación del sector y la creación de valor

Estamos ante un cambio necesario ante un entorno no solamente cada vez más competido, sino también más agresivo hacia nuestra industria. Ataques que en la mayoría de los casos se dan de manera injustificada, basada en el desconocimiento de la realidad del sector, y con fines económicos o partidistas. Y que hacen vital el dar una respuesta al contexto con una actividad íntegra, con un orgullo por lo que hacemos y con una praxis de la excelencia, que arroje luz sobre nuestra actividad, dignificándola. Y que nos permita mantener la posición líder que nos corresponde.

“Las ventajas de tener una marca única, con una misma identidad interna y externa, son incalculables. Desde el ahorro de costes por las sinergias que se producen en marketing, patrocinios o comunicación,  a la construcción de valor de marca”, añade nuestro director de Marca Global.

“La fortaleza de la marca es un activo clave para el negocio de retail. Por un lado, de cara al cliente final, proporciona un entorno de confianza donde acudir a disfrutar del juego. Contribuye a atraer clientes al local y a dar mayor valor a la experiencia del reto que le ofrecemos. Por otro lado, en lo que respecta a los distribuidores, la marca fortalece la posición de la empresa como proveedor de juego reconocido y sólido. Le aporta mayor garantía”, explica Ignacio Díez, director de Marketing Retail de Codere España.

Por eso, ‘Con nosotros, cambia el juego’

Sobre todas estas premisas se ha construido el nuevo claim de la compañía, “Con nosotros, cambia el juego”, que está en el centro nuestra transformación y que sugiere esta idea de reto constante al presente, para mejorarlo. Porque si algo compartimos con nuestros clientes, es el gusto por el desafío y por la victoria.

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“Tanto a Codere como a nuestros clientes nos gustan los retos, y pasarlo bien con la ilusión de ganar. Es lo que hemos hecho siempre en esta compañía. Para nosotros, la superación, la excelencia, el darle una vuelta a lo que hacemos, es imprescindible. El juego es una opción de participación que le das al cliente, donde tú pones las reglas. Y es muy importante cumplirlas, el juego limpio. Nosotros queremos dignificar el sector. Por eso creemos que con nosotros, cambia el juego”, finaliza Ángel Fernández.