Álvaro de Ansorena: “Los últimos meses han probado que nuestros valores son una absoluta prioridad para garantizar la correcta evolución de la compañía”

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Álvaro de Ansorena, director corporativo de Personas, junto a uno de los nuevos valores de la compañía.

Madrid, 19 de diciembre de 2019.- Nuestra visión, propósito y valores comunes, permean por nuestra organización a través de las distintas iniciativas que se desarrollan desde el mes de mayo y que tendrán continuidad el próximo curso. De la mano de Álvaro de Ansorena, director corporativo de Personas, conocemos cuáles han sido los hitos y qué nuevas acciones se van a desarrollar con el objetivo de construir una cultura sólida asentada en unos valores compartidos.

¿Por qué era necesario consensuar una visión, un propósito y unos valores comunes para nuestra compañía?

En todas las empresas, para que haya una alineación de intereses compartidos con una finalidad común, que dé cohesión y genere compromiso entre las personas que la componen, es necesario compartir elementos fundamentales. En la motivación de las personas, esos elementos tienen que ver con las creencias y convicciones personales que dan sentido a su actuación y componen su sistema de intereses y prioridades. Los valores son los parámetros más importantes que mueven su conducta.

Esto es algo que vemos en cualquier familia; los padres realizan un esfuerzo considerable en que el desarrollo de sus hijos sea en base a unos principios o valores que consideran esenciales para el buen enfoque de su crecimiento. Las organizaciones, no somos más que enormes familias compartiendo día a día y objetivos. Más en el caso de Codere, donde tenemos a la espalda una importante historia juntos y muchos retos por delante, que solo afrontaremos convenientemente en unión y con una esencia compartida.

¿Cómo fue el proceso para la definición de estas palancas esenciales de nuestra acción?

En Codere, llevamos varios años desarrollando un plan estratégico renovado, así como un plan de transformación con diez avenidas que componen nuestros grandes objetivos de cambio y que están vinculadas con los aspectos más formales de la organización: cómo transformar las estructuras, la organización, los procesos, los sistemas de control, la tecnología, etc. Pero nos faltaba un elemento clave: dotar de contenido profundo y esencial esta acción. Es decir, debíamos dotar a la organización de una percepción común y compartida de por qué y para qué hacemos lo que hacemos, cuál es el sentido último de nuestra actuación y cuál es la aportación social y de valor a la comunidad, más allá de lo económico.

Tras un largo proceso de reflexión del equipo directivo, que se compartió posteriormente con los directivos de la compañía y con el conjunto de personas que tenían elementos de opinión, quedó definido cuál es nuestro propósito:

Brindar emociones a quienes eligen una experiencia de entretenimiento basada en apostar en un entorno seguro. ¡Ser apuesta, emoción, diversión, ilusión, cercanía, seguridad, confianza y compromiso social!

Al mismo tiempo, ese propósito se acompaña de una visión: cómo queremos llegar a ser como compañía desde un punto de vista cualitativo.

  • Ser líderes, referentes y crear tendencias.
  • Arrojar luz a nuestro sector, dignificándolo.
  • Ver brillo en los ojos de nuestra gente, dándoles oportunidades de crecer y desarrollarse.
  • Superar las expectativas de nuestros accionistas e inversores.

Todo esto, queda plasmado en una serie de valores compartidos:

  • Poner al cliente en el centro.
  • Con integridad y transparencia.
  • Trabajando en equipos comprometidos con la excelencia.
  • Con actitud innovadora apalancada en la tecnología.
  • Con foco en la eficiencia para asegurar nuestra viabilidad.

Volviendo al paralelismo familiar… el proceso ha sido como cuando unos progenitores consensuan, tras análisis y diálogo, qué elementos constituyen su particularidad positiva, su fortaleza para encarar los distintos desafíos que presenta la vida. Aquellos comportamientos que entienden que harán que su unidad familiar pueda desenvolverse de la mejor manera en el entorno y dejar la mejor impronta a su alrededor.

De esta misma forma, en nuestra casa, Codere, tuvimos complemente claro desde el comienzo la necesidad de trabajar para alcanzar una definición común de estos valores y realizar un despliegue por todas las unidades de negocio. Ahora, diciembre de 2019, se ha demostrado que este ejercicio de definición era aún más necesario de lo que pensábamos. Valores como transparencia e integridad, eficiencia o capacidad para trabajar en equipos excelentes, se ha probado en los últimos meses que eran una absoluta prioridad para garantizar la supervivencia y correcta evolución de nuestra compañía hacia el futuro.

Los comportamientos que no se alinean con estos valores, no solo son altamente reprobables por parte de todos los miembros de la compañía, sino que ponen en riesgo nuestra propia viabilidad. Por ese motivo, desde el equipo directivo, seguimos pensando que impulsar nuestra visión, convirtiendo en realidad nuestro propósito y haciendo que nuestros valores sean comportamientos continuamente visibles en el conjunto de la organización, no solo es una necesidad teórica, sino que realmente tiene un valor práctico y evidente en la garantía de nuestra realidad empresarial. De nada valdría que esos padres teorizasen sobre esos principios si después no hiciesen nada para impulsarlos desde el ejemplo, la constante y clara transmisión, y la exigencia de su cumplimiento.

Una vez finalizado el despliegue de valores, visión y propósito que acompaña y conforma el contenido de nuestra nueva marca, y por lo tanto da visibilidad a los atributos de esa marca, vamos a ofrecer continuidad el año que viene con iniciativas complementarias a las que ya venimos desarrollando.

¿Cuáles son las iniciativas que se han puesto en marcha para el calado de los valores?

Durante este año, hemos desarrollado distintas iniciativas que han servido para acompañar la presentación, en todas las unidades, de nuestra visión, misión, cultura y valores. Este ejercicio comenzó a medidos de año en la sede Corporativa de Madrid y acaba de finalizar con la presentación a los equipos de online de Melilla, Malta e Israel.

Entre este conjunto de iniciativas desarrolladas, merece la pena destacar la difusión de un vídeo a nuestros colaboradores que explica todos los valores, propósito y visión, así como compartir y hacer visibles los valores a través de carteles en todas las salas y sedes de nuestra organización. También se han realizado dinámicas, explicaciones, presentaciones y actividades en las que participaron todos los empleados de los distintos centros de trabajo de nuestra organización. Adicionalmente, se puso en marcha el concurso de diseño de felicitaciones de Navidad, así como actividades de reconocimiento a los empleados que encarnan nuestros valores, en un primer momento con una acción basada en post-its y que en 2020 contará con continuidad gracias al programa Insignias Codere. De este modo, los country managers van a celebrar encuentros, en forma de desayunos o almuerzos, con grupos de personas que representan estos valores y que habrán sido elegidos por sus propios compañeros.

Por otra parte, hemos iniciado el proceso de identificación de las conductas deseables y de las conductas intolerables que vienen asociadas a cada uno de nuestros nuevos  valores, y que pronto van a formar parte del Modelo Gerencial Codere, que constituirá el auténtico núcleo de cómo debe ser el estilo directivo dentro de nuestra organización, asociado y alineado con los valores.

Esto exigirá rehacer todos nuestros esquemas de gestión de personas, orientándoles y alineándoles con nuestros valores. Son solo algunas de las múltiples iniciativas con que en 2020, continuaremos nuestro camino para la completa materialización de nuestra esencia.

Y para finalizar, aquí te dejamos de nuevo el vídeo desarrollado por nuestra organización, que resume y transmite la esencia de este cambio y consolidación cultural. ¡No te lo pierdas!