Fondo de ayuda. Juntos, más fuertes

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Madrid, 23 de abril de 2021.- Si para algo ha servido la pandemia, esto es para reforzar nuestros valores y materializar con más nitidez que nunca nuestra creencia de que unidos, somos más fuertes.

Han pasado más de trece meses desde que el coronavirus detonase la crisis más profunda y global conocida por cualquiera de nosotros, impactando y obligándonos a adaptar en tiempo récord cada estructura. Por desgracia, uno de los sectores que han sufrido con mayor dureza las restricciones de los distintos gobiernos ha sido el juego privado. Fuimos los primeros en cerrar y somos los últimos en abrir o abandonar las severas limitaciones impuestas para frenar el avance del virus.

Esta grave situación obligó a nuestra empresa a implementar un severo plan de contingencia y tomar decisiones necesarias pero dolorosas respecto a la dedicación de algunos de nuestros colaboradores, cuyas funciones quedaban afectadas durante la pandemia. Pero la compañía, bajo la consigna de trabajar como grupo y no dejar a nadie atrás, desarrolló en paralelo iniciativas de ayuda, para paliar las consecuencias que esta situación podría suponer en los hogares de muchos empleados. Nació así el Fondo económico de ayuda solidaria covid, de apoyo a los casos más vulnerables durante la crisis sanitaria. Y, para que todos lo conociésemos, se activaron todos los canales de comunicación interna, tanto formales como informales, corporativos o locales.

Tras un año funcionando, y ahora que poco a poco retomamos la actividad, es el momento de hacer balance y conocer de qué forma este programa, liderado por la Dirección Corporativa de Personas y con el trabajo incansable de los equipos locales del área, ha servido para mitigar el impacto de la crisis:

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¨Este es un programa con el que nos hubiera gustado no tener excesiva repercusión, pues eso hubiese supuesto que gozábamos de capacidad para hacer frente a la crisis sin impacto en nuestra economía doméstica. Por desgracia, la situación económica previa en varios de nuestros mercados, junto a la desprotección social de algunos gobiernos que han puesto en marcha medidas de ayuda extraordinarias, ha obligado a más de mil empleados a solicitar apoyo a la compañía”, afirma Joaquín Guijarro, director del centro de especialidad global ADN Codere, y uno de los responsables de esta iniciativa.

Añade que “como empresa, nuestro deber y compromiso es hacer lo posible por atender situaciones excepcionales, y no está en nuestra hoja de ruta dejar a nadie atrás. Han sido meses de trabajo muy intenso, en los que la empatía ha cobrado más peso que nunca. Ninguna de las solicitudes que se recibían eran sencillas, pues siempre acarreaban una situación personal o familiar compleja, y tuvimos que trabajar de forma ágil y muy coordinada con todos los países del grupo”.

Este proyecto, que hemos tenido en marcha durante doce meses “ha marcado a nivel personal a todos los equipos implicados”, explica Joaquín, que agradece además “a todas las personas que han participado, en particular al equipo de People Business Partner de cada unidad, su compromiso y buena actitud para que todo se resolviera de forma satisfactoria”.

Y es precisamente la colaboración y trabajo de equipos eficientes, lo que más ha ayudado a atender todas las peticiones. Frente al elevado número de solicitudes que se recibieron, en especial durante los primeros meses, Personas no dio su brazo a torcer y, sin mirar el reloj, realizaba un reporte diario de peticiones y estado de tramitación, en constante feedback con el country manager responsable de cada país, para lograr un tiempo de respuesta extremadamente corto.

Tal y como nos cuenta Felipe Orta, director de Centro de Especialidad Local del área de Personas de México, una de las principales beneficiarias del programa, “en nuestro país, el Gobierno no proporcionó apoyo económico a las personas que perdieron su trabajo a causa de esta pandemia, así que urgía implantar un plan propio que cubriera las necesidades de los empleados que se vieran más afectados por el cierre de nuestras salas. A través de todos los canales de comunicación de la empresa, informamos a los colaboradores, y los PBPs se ocuparon de ofrecer una atención personalizada a quienes nos contactaban para conocer mejor su solicitud y ofrecer la mejor respuesta”.

“La situación cambió radicalmente en apenas un momento, y tuvimos la capacidad de adaptarnos para no quedarnos fuera de juego. La nueva normalidad nos ha exigido adaptación constante a los cambios y apertura hacia nuevos modelos de trabajo, mostrar adaptabilidad ante las restricciones operativas, sin olvidar a nuestros clientes y lograr que se sintieran seguros en nuestras instalaciones, con todos los procesos internos coordinados y el mejor equipo humano que nunca decayó, ni en los momentos más complicados. Este periodo nos ha demostrado que unidos somos más fuertes”, afirma Felipe.

Por su lado, Solange Ripoll, directora del Centro de Especialidad Local del área de Personas de Argentina, afirma que “todas las consultas y solicitudes se canalizaron a través de una cuenta creada ex profeso para este fin, con un responsable local para atender personalmente todos los casos. Para nosotros era esencial que los empleados supieran que podían disponer de una persona de referencia, y que todas sus dudas serían atendidas de forma personalizada, acompañándoles e informándoles en todas las etapas del proceso. Las peticiones que se recibieron no siempre eran económicas. En ocasiones también era para poder lograr medicamentos o agilizar procesos médicos y también fueron resueltas”.

Además, nos explica que “como equipo de trabajo, la lección más importante que hemos extraído es la necesidad de ponernos en el lugar de los demás y valorar mucho más la salud o el cuidado de la familia que otros aspectos a los que prestamos más atención o dedicamos más esfuerzo. Somos conscientes de que algunos casos no fueron resueltos, ya que en éstos, al valorar la criticidad con el propio empleado, se daba cuenta que su situación no era tan delicada como la de otros compañeros, que necesitaban realmente la ayuda, y ellos mismos reconocían que era mejor centrar los esfuerzos en otras personas, lo cual es igualmente una muestra de generosidad”.

Las muestras de agradecimiento por parte de los beneficiarios durante la vigencia del programa han sido múltiples y constantes. Cientos de colaboradores han escrito a los distintos responsables del programa a manifestar gratitud por el apoyo recibido y manifestar su orgullo de pertenencia a este grupo. Y es que, para los que buscamos en las crisis una oportunidad, esta lo ha sido para crecer nuestra capacidad para ayudarnos, formar un equipo unido y dar lo mejor de nosotros en beneficio en todos.