España, retos en juego

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Madrid, 26 de mayo de 2021.- Nunca antes en España el juego privado había estado tan en el punto de mira. Cada día, el sector se enfrenta a los mitos que distintas voces públicas se encargan de alimentar, a pesar de que no los sustentan ni los propios datos de la Administración y de que nuestra actividad es ya una de las más reguladas en el país.

La evidencia es clara: las cantidades jugadas son inferiores a las previas a la crisis de 2008, tenemos una de las tasas de juego problemático más bajas de Europa -que permanece invariable desde hace años-, las inspecciones policiales avalan la ausencia de menores en nuestros locales y nuestra actividad genera 47.047 empleos directos, aporta 1.289 millones anuales a las arcas públicas del país y supone un 0,8%del PIB.

Al desafío institucional de dignificar nuestra actividad a la luz de sus datos y lograr que el discurso populista no perjudique la sostenibilidad de la industria, se enfrenta Luis Miguel Cabeza de Vaca, director de Relaciones Institucionales de Codere España.

Licenciado en Ciencias Físicas, está vinculado al sector desde el año 84 y forma parte de nuestra compañía desde el 2000, cuando se incorporó para impulsar la expansión de Codere en México, Chile y Panamá. Fue en 2008 cuando se hizo cargo del reto nada sencillo de asumir la Dirección de Relaciones Institucionales en España, un país en el que la regulación del juego público y el online es estatal y la del juego privado presencial corresponde a cada una de las 17 comunidades autónomas del país.

¿Cuáles son los actuales retos del sector en España?

En 2007 el volumen de juego era casi un 30% superior al actual, pero era un juego reducido al ámbito presencial. A partir ese año empezó a incrementarse el volumen de juego online. Facturaba casi 1000M€ pero no estaba autorizado, así que las empresas de presencial solicitamos su regulación. En 2011 se aprobó la ley del juego online, con el hándicap de que no incluyó el correspondiente reglamento de la publicidad.

Esto, con la aparición de las apuestas deportivas, hizo que cambiase la imagen del sector. A la participación de un público más joven se sumó que ante la falta de regulación a la publicidad, las empresas impulsaron de forma ilimitada su presencia en medios, aumentando la alarma social a pesar de que en realidad existe menos juego, sólo que hay ahora una distinta composición de oferta y demanda.

¿Cuáles son los principales mitos establecidos en cuanto al sector?

La ausencia de reglamentación en materia de publicidad ha alimentado la sensación de que el país está sumido en una timba permanente. Sin embargo, los datos dicen lo contrario: el índice de juego problemático sigue siendo un 0,3% entre las personas que juegan, y se mantiene invariable en los últimos años. No solo lo decimos nosotros, sino también la propia Dirección General de Ordenación del Juego.

En estos momentos, el principal problema del sector es la falta de credibilidad. Tenemos que trasladar a la sociedad que los mitos de los que se hablan, como que se ha incrementado la ludopatía o que los menores entran en los locales de juego -algo que las inspecciones de la Policía Nacional indican que no es así-, no son más que un discurso populista impulsado desde determinados partidos políticos, y amparado por algunos medios.

Otro de los mitos que existen es que los locales de juego se instalan cerca de los barrios pobres. Esto es radicalmente falso, como demuestran absolutamente todos los estudios. Los locales de juego están distribuidos homogéneamente por todos los barrios de las ciudades, ubicándose en las zonas más pobladas, de mayor transito y por tanto más comerciales de estos.

Lo que ha ocurrido, fundamentalmente en Madrid, es que ha habido un incremento de locales en algunas calles porque hasta ahora no ha existido una planificación que impusiera distancias entre los locales de juego, sino que bastaba con cumplir una serie de requisitos para la instalación de un local, con lo que es normal que estos se agrupasen en calles comerciales, con rentas de alquiler que permiten un margen de negocio.  Nuestra compañía está en cualquier caso de acuerdo con una planificación que ordene el desarrollo del sector, pero que no afecte a las inversiones ya realizadas por las operadoras de juego, ya que esto atenta a la seguridad jurídica constitucionalmente garantizada.

Otro mito es en relación a las distancias respecto a los colegios. En el reciente congreso de Patología Dual -un evento al margen al sector del juego donde se reúnen personas que estudian diversas patologías-, uno de los expertos fue preguntado por la influencia de las distancias sobre el acceso de los menores al juego. Él manifestó con gran claridad que no existe ningún tipo de impacto. Además, incidió en el aspecto que no existe una patología única y exclusiva del juego, sino que existen personas con problemas que se manifiestan a través de diversas patologías, que puede ser un caso de juego problemático, de compras compulsivas, de abuso de internet o de páginas de sexo. Incluso suelen entremezclarse.

Los estudios de España sí avalan, por cierto, que de todas las patologías de comportamiento, sin sustancia, la que muestra menores índices de comportamiento problemático es la del juego. La propia Unión Europea realiza un informe anual que revela que España está entre los tres países con menor índice de juego problemático de toda Europa.

¿Cuáles son las principales normativas que distancian la laxa regulación del sector público y la exhaustiva regulación aplicada al juego privado?

Esta es otra de las paradojas. Se establece una diferencia regulatoria entre juego privado y público cuando realmente solo difieren en la naturaleza del operador y en que el juego privado es una alternativa de entretenimiento, mientras que el usuario del público, por los altos premios ofertados, busca un premio que le resuelva la vida.

La Quiniela de SELAE es el origen de las apuestas deportivas. Sin embargo, la Quiniela se presenta como la apuesta que puede hacerte millonario, mientras que en las apuestas deportivas con cantidades jugadas medias en torno a los 4 euros, los premios a los que optas jamás te solucionarán la existencia.

Hay un dato curioso, y seguramente poco conocido, que es que durante las épocas duras de crisis, como 2008 y siguientes, o en la pandemia, el juego público cae mucho menos que el privado, y el motivo es evidente. Uno no deja de jugar un Euromillón, que le cuesta dos euros y medio, porque le pueden tocar 100 millones de euros. Sin embargo, uno sí deja de ir a un bingo o a un salón de juego porque sabe que allí no se hará millonario. Con esos dos euros y medio que se gasta, su recompensa va a ser entretenerse un rato, pero nada más.

De hecho, el Rasca de la ONCE es el único juego que durante los últimos años ha crecido, y se vende en la puerta de los colegios sin ningún tipo de cortapisas, amparado en la idea de que la ONCE destina a fines sociales sus ingresos. Cuando su promoción se basa en la esperanza de resolverte la vida, lo cual no es una oferta responsable de juego, por más que lleve el sello del Estado.

Otra incongruencia es que el juego privado aporta anualmente 1200M€ a los presupuestos generales del Estado, que se diluyen y nadie sabe dónde van. Si nos permitiesen constituir la Fundación del Juego, y que esos 1200M€ fuesen distribuidos desde esa fundación, nuestra fama sería muy diferente.

La gran diferencia son las reglas para unos y otros, cuando juego es juego, ya sea público o privado.

¿Qué principales acciones encabeza Codere desde el ámbito institucional para mitigar estos asuntos?

Relaciones Institucionales es el punto de contacto entre la empresa y los distintos interlocutores institucionales. Trabajamos para conseguir que se modifiquen ciertas normas y trabajamos por dar luz al sector, dignificarlo a la luz de sus datos y lograr un desarrollo sostenible, que garantice la mayor protección del usuario pero a su vez permita el normal desarrollo de una actividad de entretenimiento que cumple con alta responsabilidad la exhaustiva regulación que se le aplica.

Si los datos nos avalan, ¿por qué nos cuesta tanto lograr credibilidad?

Nos cuesta mucho tener credibilidad porque nuestro sector siempre ha sido visto con prejuicios y en los últimos años, se ha fomentado una campaña de desprestigio por parte de un partido político determinante en la esfera pública durante los últimos años, sin atender a ningún criterio objetivo.

Nos cuesta mucho posicionar la realidad en la sociedad, y eso es en lo que trabajamos, no solo desde Codere, sino desde otras empresas y asociaciones sectoriales.

Codere forma parte de Cejuego y Jdigital. ¿Por qué trabajar de forma asociativa?

Se trata de un problema de reputación sectorial, por lo que la respuesta debe ser igualmente sectorial, en asociación.

Ser una de las empresas líderes del mercado en España te obliga a encabezar la acción responsable y la colaboración para un desarrollo normativo sostenible, dado que da la oportunidad de hacer llegar a las administraciones una voz sensata y conocedora respecto a las propuestas que se realizan.

No solo estamos en estas asociaciones. También participamos en otras a nivel autonómico, pues hay criterios específicos que requieren atención territorial.

Uno de los problemas que tenemos en España, esencial en la necesidad de una labor de Relaciones Institucionales, es que en juego presencial tenemos 17 normas administrativas distintas, una por comunidad autónoma, a las que se une la del Estado a través de la Dirección General de Ordenación del Juego.

Nuestro principal objetivo, y ojalá algún día lo logremos, es que exista una legislación común para el territorio y que afecte de igual forma a cualquier tipo de juego, sin distinciones ni incongruencias y que permita el ejercicio de nuestra actividad de manera sostenible.

Otro de nuestros compromisos es fomentar y liderar la responsabilidad y la transparencia, a nivel de empresa y sectorial, para que nuestro hacer intachable colabore al aval social que ahora más que nunca necesitamos.