Trabajo remoto, ya está aquí

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Madrid, 31 enero 2022.- La realidad social evoluciona frenéticamente y exige mayor esfuerzo de las personas para compatibilizar la vida profesional y la familiar. Por otro lado, los avances tecnológicos han sido muy importantes en las últimas décadas, muy especialmente durante la pandemia, siendo ahora fácil comunicarse y disponer de información en tiempo real y desde casi cualquier lugar.

Codere, como empresa socialmente responsable, no quiere dejar de aprovechar estas posibilidades, que incrementan la conciliación, la productividad, la flexibilidad y el respeto del medio ambiente. Por eso, para evolucionar nuestra organización, el grupo ha definido una Política de Trabajo Remoto Corporativa, que establece el marco para el desarrollo del teletrabajo en la organización, definiendo las actividades en las que puede llevarse a cabo, cómo ha de desempeñarse, con qué frecuencia y bajo qué sistemas de control y herramientas de evaluación.

Un texto que se concretará en cada unidad de negocio para dar respuesta a las distintas realidades legales locales, pero que sirve de marco general para la consecución de un adecuado nivel de productividad y eficiencia en el grupo, a la vez que se fomenta la conciliación mediante el teletrabajo para aquellos puestos que así lo permiten.

Trabajo remoto y teletrabajo en pandemia

En Codere, antes de la pandemia, eran muy pocos los empleados que trabajaban en remoto. Sin embargo, la crisis sanitaria precipitó el teletrabajo, una experiencia algo improvisada que supuso un logro conjunto y un fuerte aprendizaje, pero que dista aún de considerarse trabajo remoto. ¿Cuáles son las principales diferencias?

Teletrabajo planificado

  • Se implementa por convicción.
  • El objetivo es mejorar la calidad de vida del empleado mejorando la productividad.
  • Es voluntario y reversible para ambos. (Aunque con limitaciones a este principio en algunos territorios)
  • Es un cambio cultural en la organización, pasando del control horario al control virtual por objetivos.
  • Al tratarse de un cambio cultural se inicia un proceso de evaluación y adaptación de la Empresa considerando todas las variables involucradas.

Teletrabajo forzoso

  • Se implementa por obligación.
  • El objetivo es evitar el contagio y en lo posible que el colaborador pueda trabajar.
  • Es obligatorio, ya sea por disposición del gobierno o decisión de la empresa.
  • No se evalúan aspectos culturales ni de habilidades, del manager ni del colaborador.
  • No se evaluaron con antelación suficiente qué tareas se podían realizar por teletrabajo, si los empleados disponían de la tecnología necesaria, si desarrolla su tarea en lugar apto o la importancia que adopta el rol de la familia, entre otras condiciones.

Una vez regresemos a la normalidad, cuando sea más clara la evolución de las nuevas variantes del coronavirus, nuestra Política de Trabajo Remoto nos permitirá regular nuestra actividad remota, siendo marco de referencia para garantizar la homogeneidad en las decisiones que se adopten en el grupo.

Responsabilidad compartida

Esta modalidad de trabajo supone un compromiso por parte del grupo con sus colaboradores, pero requiere en respuesta un compromiso semejante por parte de los trabajadores que lo solicitan.

Exige así un determinado perfil sin el cual no resulta adecuada su aplicación. El colaborar debe reunir ciertas características que deben ser evaluadas por su superior directo y el área de Personas:

  • Cierto grado de autonomía en el trabajo. El trabajador remoto debe ser capaz de organizar su tiempo con autonomía y ordenar sus acciones profesionales para llegar a los objetivos necesarios y exigidos sin necesidad de una constante supervisión.
  • Conocimientos mínimos de digitalización y tecnologías de la información. El trabajador remoto debe conocer las aplicaciones, sistemas y forma de funcionamiento de redes de comunicación con la suficiente soltura como para resolver situaciones críticas con un mínimo apoyo de terceros.
  • Nivel adecuado de responsabilidad y compromiso para alcanzar los objetivos del equipo, y no requerir supervisión constante por parte de su responsable directo.

Para los responsables directos de las personas que trabajan en remoto esta situación exige una mayor carga de trabajo, debido a que el nivel de coordinación, comunicación y control de la actividad productiva de las personas que trabajan en remoto es más elevado.

“En Codere llevábamos mucho tiempo preparándonos para poder implantar un modelo de trabajo remoto adaptado a nuestras necesidades, pero la pandemia nos hizo ponernos a prueba de manera anticipada, sin ensayos. Los resultados han sido muy positivos. El teletrabajo contribuye a la conciliación y bienestar de los empleados y, bien implementado, asegura la productividad de los equipos. En Codere queremos incorporar estas ventajas y esta política es el marco que asegura que impulsamos el teletrabajo de manera responsable y eficiente, mejorando la calidad de vida del empleado sin deteriorar la consecución de resultados”, afirma Álvaro de Ansorena, director corporativo de Personas.

Si quieres conocer cómo te va a impactar la nueva política de trabajo remoto, su contribución para mejorar los índices de productividad, flexibilidad o índices de absentismo haz clic y descubre todos los detalles.

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Recuerda que, si te surge cualquier consulta, puedes ponerte en contacto con el equipo local de PBPs.