Las cartas sobre la mesa

Madrid, 28 de noviembre de 2022.- Jugar es normal. Lo hace más del 82% de la población adulta española para entretenerse. Además, aunque se ha reducido el gasto en el juego privado, el sector mantiene sus 47.000 empleos directos.

Son algunas cifras que revelan los informes sobre el juego recientemente presentados por la patronal española, Cejuego, que quieren poner las cartas sobre la mesa para facilitar un debate informado y transparente sobre el desarrollo del sector en el país, de manera que se pueda tratar a la luz de sus datos y no de sus mitos.

Gracias al Informe juego y sociedad, conocemos que, en 2021, en España, fueron 28,7 millones las personas que decidieron entretenerse a través del juego. Es decir, el 82,4% de la población entre 18 y 75 años. Esto supone un 3% menos que en 2019, año previo a la pandemia.

El estudio revela además que España lidera Europa como país con la menor tasa de juego problemático, junto a Dinamarca, manteniendo su cifra de diagnosticados por debajo de las 8.000 personas. La tasa se mantiene así estable en el 0,3% desde hace década y media, como revelan también los datos oficiales de la Dirección General de Ordenación del Juego.

Por su parte, el Anuario del juego 2022, refleja que el regreso a la normalidad tras la crisis sanitaria, ha sido muy asimétrico, recuperándose antes el juego de titularidad pública. Los juegos de Lotería del Estado son los más participados, con 25,4 millones de personas que compraron el Gordo de Navidad o 14,6 la lotería de El Niño.  Mientras tanto, los juegos de titularidad privada fueron practicados por 5,2 millones de personas, siendo las apuestas deportivas el favorito, con cuatro millones de participantes.

Estos dos estudios, que en Codere impulsamos a través de la patronal de la que formamos parte y que elaboramos con la Universidad Carlos III de Madrid, están disponibles en la web de Cejuego y fueron presentados el pasado 16 de noviembre en un acto que tuvo lugar en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE),  al que acudieron medios de comunicación, líderes de opinión, autoridades y actores de la industria, para conocer la verdad sin filtros.

En palabras de José Antonio González Yañez, doctor en Sociología, profesor asociado de la Universidad Carlos III de Madrid y uno de los autores del estudio, “el hecho de haber un descenso en las tasas de juego problemático demuestra que se realiza una excelente labor por parte de los operadores de juego, profundamente concienciados por el desarrollo de acciones de responsabilidad social y de protección del jugador”.

Las cifras muestran que, del total de personas en tratamiento por adicciones, las que lo están por comportamiento problemático respecto al juego son el 3,6%.

En cuanto a los clientes jóvenes, continúan optando por los rascas de la ONCE, la opción más consumida, lo que evidencia la importancia de la petición de la patronal de que la regulación del juego sea igualmente aplicable a la oferta pública y privada.

Otro dato que parece ir contra los mitos difundidos, es el que muestra que la pérdida de actividad de juego presencial durante la pandemia no ha conllevado un incremento del juego online, que se mantiene estable desde 2018. En 2021 fueron un millón y medio las personas que accedieron a alguna web de juego, lo equivalente al 4,3% de los residentes en el país.

En este sentido, el profesor Gómez Yáñez destacó que “los juegos públicos han recuperado su actividad casi al 100%, mientras que la ONCE ha sido el único que ha crecido, gracias a su producto de loterías instantáneas, el preferido por los jóvenes. Además, estos juegos están ligados a hogares con problemas económicos, que ven en ellos una solución para pagar su hipoteca o hacer frente a sus pagos. Por el contrario, las personas que acceden a los juegos del sector privado, tienen como único objetivo entretenerse o desafiar sus conocimientos frente a diversos deportes, controlan su gasto e invierten tanto como en cualquier otra actividad de ocio, como ir a un teatro, en el que también socializan”.

La gran mayoría de los encuestados afirma actuar de forma responsable respecto a la experiencia de juego y medir de adecuadamente los costes en los que incurren al jugar. En relación a la frecuencia, jugar está por debajo de la práctica de otras aficiones, como el deporte o asistir a conciertos y, como en ellos, la motivación que subyace es pasar un rato entretenido, interactuar socialmente con el objetivo de estrechar lazos y relacionarse.

Por su parte, Alejandro Landaluce, director general de Cejuego, afirmó que “el aumento de juego no regulado durante los últimos años demuestra cómo esta actividad es un tipo de ocio normal en España, que apenas reviste de problemas para la inmensa mayoría de la población. Por tanto, las medidas de restricción de oferta no equivalen a una reducción de la demanda, sino que supone el traslado de la oferta a otros cauces menos controlados y regulados”.

Juego problemático, un trastorno dual

Otra evidencia para recapacitar, que se puede extraer de los estudios realizados, es que el juego problemático es un trastorno que forma parte de un cuadro de patologías múltiple y multicasual. Así, solo en un 15% de los casos el problema del juego se presenta de forma independiente, porque normalmente aparece como parte de un conjunto de complicaciones psicológicas y familiares, y no como desencadenante de esos problemas. Por lo tanto, las personas que desarrollan una adicción, presentan una vulnerabilidad previa, que puede manifestarse en esta problemática u otra.

Es por eso que la mejor forma de proteger a los usuarios es la prevención y, en cuanto a las personas con patología, con un trato individualizado. Las medidas restrictivas, indiscriminadas y cosméticas, nada hacen por solventar la verdadera raíz del problema.

Anuario del juego en España: nuestra industria, un valor económico para el país

La presentación de la 11ª edición del estudio Anuario del juego en España refleja que el juego se ha recuperado de forma desigual. Mientras que el sector público alcanza el 95% de las cifras previas al inicio de la pandemia, el sector privado refleja un descenso de casi un 20% respecto a 2019 y, además, desvela que se juega menos dinero que en 2006.

Sin embargo, en materia de empleo, y pese a la recuperación económica parcial, el sector ha mantenido prácticamente los mismos niveles de empleo y ha contribuido a las arcas públicas, vía impuestos y tasas especiales sobre el juego, con más de 1.005 millones de euros, la gran mayoría a las comunidades autónomas.

En este sentido, el juego privado genera casi 47.000 empleos directos y las máquinas en hostelería sostuvieron en 2021 más de 56.000 empleos. Además, aportó 958 millones en concepto de impuestos y tasas especiales sobre el juego, así como 733 millones en impuestos comunes y cotizaciones sociales, solo en juego presencial.

En palabras de Alejandro Landaluce, director general de Cejuego, “el juego es una industria que genera mucho valor económico para los ciudadanos españoles. Trabajamos siempre para el perfeccionamiento de nuestra oferta con objeto de garantizar un juego responsable y seguro. Además, generamos riqueza y empleos, y queremos que se valore esta aportación. Sin duda alguna, estaremos siempre a disposición de los reguladores, medios de comunicación y el público en general, para atender sus demandas con la debida transparencia”.

ESTUDES y Family Watch. Distintos estudios, mismos resultados

Además, a lo largo del último semestre del año, se han publicado nuevos estudios sobre los hábitos de juego entre los jóvenes españoles. Entre ellos destacan la encuesta de ESTUDES y la realizada por la fundación The familiy watch, que vienen a corroborar que es la oferta del sector público, y no del privado, la que mayor impacto negativo causa ente los jóvenes.

Cada dos años, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación y Formación Profesional, realizan la encuesta ESTUDES, con el propósito de conocer las tendencias de consumo de drogas y otras adicciones entre los estudiantes de 14 a 18 años. En su última edición, los resultados arrojan datos muy reveladores, contrarios al discurso político y social que de forma oportunista se ha asentado. Entre los que merecen la pena destacar:

  • La mayoría de estudiantes de 14 a 18 años que ha jugado dinero de manera presencial, lo ha hecho en rascas, loterías, primitiva o bonoloto (productos de SELAE y ONCE, de titularidad pública). Las apuestas se sitúan por detrás en sus preferencias.
  • La cantidad máxima gastada en un día, en los últimos 12 meses, es de menos de 6€ para la gran mayoría.
  • Respecto a la anterior encuesta, son menos los menores que apuestan con dinero y, además, apuestan menor cantidad.

A la luz de estos datos, de un estudio realizado y publicado por la autoridad pública, ¿por qué se sigue estigmatizando al sector privado, aprobando leyes y decretos que solo asfixian a unos y dejan vía libre para los otros?

Por su parte, la fundación The family watch, volcada en analizar la realidad social de la familia, ajena a sesgos ideológicos o políticos, ha publicado un estudio que se centra en los jóvenes y su vulnerabilidad en entornos digitales. En relación a los aspectos vinculados con juego y percepción del riesgo, este estudio evidencia que:

  • Los jóvenes, en particular los hombres, tienen mayor percepción del riesgo en aquellas actividades donde su intensidad de uso es mayor.
  • El 43,5% de los jóvenes adultos jamás ha realizado apuestas online, y el 46% nunca ha participado en juegos online, como poker, casino o lotería, entre otros. Por el contrario, casi un tercio dedica tiempo todos los días a los videojuegos, frente a menos del 6% de los jóvenes adultos que realizan apuestas online casi a diario, muy por detrás de los videojuegos, eGames o compras online.
  • El riesgo percibido sobre el juego online es muy similar al resto de actividades, como son el cyberbulling o el grooming, cuando estas últimas atentan además contra la dignidad de la persona.

La apuesta del sector privado ante estas circunstancias, es decidida. Es necesaria una misma regulación para todos y una promoción de la responsabilidad en el consumo en el entorno de digital, así como del control de los impulsos.

Por otro lado, y a pesar del debate público en el que se estigmatiza la actividad del juego, los consumidores equiparan su riesgo al de otras actividades similares, a diferencia de que el sector del juego privado dota a los consumidores de mayor seguridad que otras alternativas, y dispone de registro de interdicciones, control de identidad de menores, régimen de publicidad, instrumentos de planificación y régimen sancionador.

Lo estamos haciendo bien. Nos falta saber contarlo. Por eso, compartimos contigo estos datos, para que también puedas contribuir con ellos a dar luz al sector por el que trabajamos a diario con responsabilidad.

Si quieres conocer con detalle el Informe Juego y Sociedad 2022, haz clic aquí

Para consultar el Anuario del Juego en España 2022, pulsa aquí.