Uno de los grandes retos que enfrenta una compañía como la nuestra, tras casi cuarenta años de historia dedicados al desarrollo del sector de juego presencial, es encontrar una fórmula adecuada para competir de forma rentable en el entorno online, aprovechando nuestra esencia y orígenes.
Es incuestionable que, en la medida en que nuestros clientes se digitalizan, las empresas tenemos que evolucionar para acompañarles en esta senda, aunque a corto plazo, el grueso de nuestro negocio siga siendo, durante algunos años, el tradicional. Darwin era muy claro en este sentido: «sobreviven los que se adaptan al medio, el resto se extinguen». Es una realidad que no puede ser ignorada por ningún miembro del equipo gestor. Tenemos que ser capaces de identificar la oportunidad donde los demás sólo ven una amenaza.
Desde el comienzo del nuevo milenio, Codere ha invertido tiempo y dinero en diversas iniciativas online, que por distintas razones no han resultado ser viables. Eso no significa que hayan sido experiencias baldías. Todos los emprendedores saben que las aventuras que fracasan aportan los ladrillos necesarios para construir el éxito final.
El equipo de Felipe Ludeña en Codere Apuestas, con su desarrollo online en España, ha construido con recursos limitados nuevas capacidades internas que han permitido el desarrollo de una gama de productos que está compitiendo de forma digna en un entorno muy saturado. En consecuencia, el Consejo de Administración, para consolidar el trabajo realizado, tomó el riesgo de aprobar el patrocinio del Real Madrid y comisionó a un grupo de trabajo la definición de una estrategia digital, que oriente al conjunto de la organización sobre el rumbo que va a tomar la compañía durante los próximos años.
Este grupo de trabajo obviamente incluirá en sus trabajos a los gestores del negocio tradicional para descubrir conjuntamente con ellos, qué transformación del modelo de negocio va a ser capaz de asumir nuestra organización. Pero ya sabemos, que no tiene sentido una estrategia digital que no sea global, y que, por tanto, estamos llamados a converger sobre una sola marca. Y que va a ser imprescindible la cooperación de todos, para construir las nuevas prestaciones que demandarán los clientes.
(3 de febrero de 2017)