Madrid, 24 de noviembre de 2020.- En el marco del Plan de transformación de la compañía que se inició en enero de 2018 con la llegada del actual equipo gestor, con el objetivo de impulsar el potencial de nuestro grupo para hacerlo más competitivo y facilitar su adaptación a un entorno cada vez más global y digitalizado, la función de Personas ha avanzado un proyecto estratégico para la evolución de su estructura de funcionamiento.
El nuevo modelo de área supone un diseño global, basado en una dirección única y una función centralizada, con una estructura vertical descentralizada en los países y con el apoyo de centros de especialidad global y local.
“Nuestro grupo siempre ha prestado una atención especial a la gestión de personas, implementado a lo largo de los últimos años herramientas de mejora de eficiencia en todas las áreas de los recursos humanos, como las relativas a la evaluación de clima, desempeño o capacidades; selección; o retribución variable basada en objetivos. Sin embargo, desde la refinanciación que la compañía acomete en 2013, esta inquietud permanente se ve de alguna manera dificultada por la escasez de recursos. Esto provoca que en el año 2018 constatáramos que la situación interna de la aplicación de tecnología en el área había quedado retrasada; mientras que en el mercado global se había producido una mayor aplicación de la digitalización y de herramientas de inteligencia artificial. Por eso, en 2019 nos pareció necesario dar un salto significativo y abordamos así el proyecto de repensar cómo debería ser el área de Personas de Codere para adecuarlo a la tendencia global, y a la sensibilidad y necesidades de nuestros colaboradores”, explica Álvaro de Ansorena, director corporativo de Personas y por tanto responsable último de la nueva estructura global.
De esta manera, se abordó un plan integral de transformación, que parte de los siguientes ejes:
- Atención a los valores Codere: la organización y gestión de la función está iluminada por los valores del grupo y orientada a su fomento, de forma que todo lo que hagamos esté alineado a nuestra cultura.
- Digitalización de la función: aplicar tecnología a todas las funciones y procesos en los que sea posible, con tecnología y herramientas de última generación que permitan procesos hasta la fecha manuales, que ahora pueden digitalizarse y descentralizar su servicio.
- Eficiencia operativa: para poder contar en el grupo con un sistema que de forma centralizada nos permita exactitud y rapidez en la gestión de la información de empleados (employee data management), así como preparar un Centro de Servicios Compartidos que pueda alojar, con menor coste, procesos que acaben externalizándose como por ejemplo, la liquidación de nóminas, por el que hemos comenzado.
- Autoservicio: de forma que, cuantas funciones puedan ser realizadas a través de plataformas digitales por los propios colaboradores o sus responsables, puedan ser delegadas a esa ejecución más ágil, inmediata y transparente.
- Orientación al servicio interno y a la promoción de la excelencia operativa del grupo: de manera que todas los proyectos e iniciativas tengan un correlato, el de situar al cliente en el centro.
- Generar una organización interna más actualizada desde el punto de vista técnico: con una mayor fluidez de las estructuras organizativas, y por lo tanto más flexible y adaptable a las necesidades de constante transformación que nos impone el entorno.
- Responsabilidad social corporativa de empleados: para que la organización, sus proyectos y actividades den respuesta a las inquietudes de nuestros empleados, identificadas y analizadas por el departamento de Personas.
Basada en estos principios, se ha determinado la siguiente estructura, que supone una organización “líquida”, donde existe una función central de Dirección, que se ocupa de la estrategia del área; la planificación y control económico; y la supervisión de calidad operativa de los proyectos e iniciativas de la función de Personas; así como de dar visibilidad y prevalencia de forma permanente a la responsabilidad social corporativa de empleados.
Como se ve en la figura, esta estructura se apoya en los distintos centros de especialidad global, que son equipos de trabajo con miembros estables localizados en diferentes puntos geográficos del grupo, que contribuyen como máximos responsables de las funciones transversales, de impulso a las soft skills organizacionales, a que se desarrollen las metodologías, procesos y herramientas relativas a su contenido. Estos se apoyan a su vez en centros de especialidades locales, que se ocupan de lo que tiene una fuerte raíz territorial, como es el marco jurídico del desarrollo de la función, las relaciones sindicales, con la administración, etc…
La organización lleva al terreno último del grupo su directriz por medio de los People Business Partners, que son los encargados de implementar y ejecutar las estrategias, procesos, metodologías y herramientas diseñadas por los centros de especialidad globales y locales.
Todo ello, apoyado por un centro de tecnología y data que maneja los sistemas, aplicaciones, seguimiento de KPIs, reporting, análisis de datos de inteligencia artificial, transacciones automáticas y autoservicios.
“En la actualidad, muchos procesos y transacciones están siendo automatizadas gracias a la inteligencia artificial, esto nos exige en el área de Personas adaptarnos con agilidad a los desafíos actuales y futuros; reconociendo que existen factores que serán críticos en la reconfiguración de nuestro área: estrategia alineada a las necesidades del negocio, valores y cultura organizacional, gestión del talento, liderazgo de nuestros managers, equipos de alto desempeño y salud integral de nuestros colaboradores. Y para lograr nuestro objetivo, trabajaremos bajo un enfoque sistémico que integre y dé claridad, orden y estructura a dichos elementos”, añade Álvaro.
De manera que la nueva organización del área fomenta los dobles y los tripes gorros, con responsables que asumen más de un rol, y está monitorizado por unas herramientas digitales –Cornerstone como herramienta digital de gestión de la información para el área, y RH Pro para la liquidación de nóminas que usaremos para el conjunto del grupo desde Argentina-, que suponen un salto cualitativo para Codere.
“A lo largo de este año hemos dado pasos importantes para la implementación de este modelo. Hemos creado los centros de especialidades globales, que tienen ya sus miembros identificados y sus líderes y que están diseñando su modelo de funcionamiento, metodología y herramientas. Tenemos localizados los líderes de los centros de especialidad local y hemos completado el modelo de PBPs.
Hemos establecido nuestro contrato con Cornestone y avanzamos en la implementación de la liquidación de nuestras nóminas en Gestión Compartida, de tal manera que está muy avanzada la liquidación de la nómina española en Argentina y vamos a empezar la implantación en otras unidades de negocio.
Además, hemos dado un importante paso estructural, con la fusión del área de Personas de España y la Corporativa, que continuaremos con la integración de los departamentos de Personas del resto de países, porque el objetivo a término es que haya una única Dirección de Personas, con una gestión y filosofía única. “De manera que colaboremos con esta nueva organización al objetivo del grupo de simplificar las estructuras y hacerlas más planas, ágiles para la toma de decisiones y eficientes”, concluye Álvaro de Ansorena.
Finalmente, cabe resaltar que solo con la estrecha colaboración entre el área de Personas y el resto de las áreas operativas y de apoyo central -que ya se está produciendo de forma muy notoria-, se podrá implantar este modelo.
