Codere opera este recinto, considerado como la “cuna” de los mejores jinetes del mundo
MADRID/PANAMÁ, 8 abril 2016.- En la Ciudad de Panamá se encuentra el Hipódromo Presidente Remón, un recinto considerado “cuna de los mejores jinetes del mundo” y que es además el único hipódromo activo en Centroamérica.
Este espacio recibe su nombre en honor a José Antonio Remón, expresidente de Panamá que gestionó su construcción y que fue asesinado durante su cargo, en 1955, mientras asistía a una carrera de caballos en el ya desaparecido hipódromo panameño de Juan Franco. Solo un año más tarde de este trágico suceso, el Hipódromo Presidente Remón abrió sus puertas, en un primer momento bajo la administración pública. Fue en 1998 cuando se privatizó su actividad y, hace ya más de una década, en 2005, Codere Panamá tomó sus riendas al adquirir la licencia que le otorgaba la operación y administración del recinto durante veinte años, prorrogables por un periodo similar.
Desde entonces, es uno de los cuatro hipódromos que opera la Compañía bajo el modelo racino, que permite la instalación de terminales de juego en los recintos hípicos o salas asociadas al hipódromo, con el fin de contribuir a financiar la actividad.
No sólo un deporte, una industria que da empleo a miles de familias
La afición hípica goza de gran tradición y está fuertemente arraigada en Panamá. Es por ello que el propio Estado -a través de la Ley 71 del 6 de septiembre de 2011- la impulsa, destinando anualmente 4 millones de dólares al incremento de los premios de carreras regulares y clásicos.
“El panameño siempre ha sido gran entusiasta de dos deportes: el boxeo y los caballos. La actividad hípica da trabajo a 5.000 familias panameñas y el Gobierno se dio cuenta de que esto es una industria, no un juego. Una industria que engloba desde los criadores de los caballos del interior de la República, a la gente que trabaja aquí en el hipódromo. Por ello, comenzó a dar un aporte para premios, que elevó la calidad de la actividad y trajo más dueños y más caballos al espectáculo; a tal punto que nosotros tenemos alrededor de 1.300 pesebreras y están todas ocupadas. No tenemos capacidad ya para meter más caballos”, nos explica Carlos Salazar, Gerente General del Hipódromo Presidente Remón.
Carlos Salazar lleva al frente de la gestión del hipódromo desde que éste pasó a estar en manos de Codere. “Nací en esta actividad. Mi padre fue gerente del hipódromo en tiempo estatal. Yo he pasado la vida ligado a la hípica, aunque jamás pensé que el destino me iba a traer aquí, al mismo sitio que ocupó mi padre”, reconoce.
“Es lo más entretenido del mundo y tengo la suerte de que me pagan por hacer lo que me gusta. En el hipódromo hay alrededor de 200 empleados de Codere. Pero además, trabajan más de 300 cuidadores, unos 150 entrenadores y 150 jinetes. Tenemos un parking con 3.000 estacionamientos, kioscos que venden comida, veterinarios, perreros…. Esto es una actividad que da empleo a mucha gente humilde. Es una mini ciudad y ésa es la gran responsabilidad que tiene Codere, que muchas familias dependen de que esto funcione”, añade.
El hipódromo, además de carreras de caballos, ofrece apuestas deportivas y de galgos. “Tiene capacidad para 15.000 personas. Tiene dos pistas, dos tribunas y salones de juego con oferta gastronómica. Además, la licencia permite tener, en los previos de las instalaciones, un casino electrónico, que funciona desde 2007 bajo la marca Crown. Tenemos permiso para operar 500 máquinas de juego, aunque no para mesas de apuestas. Tampoco están reguladas en el país las apuestas online, pero sí ofrecemos apuestas virtuales, que son carreras con muñequitos que parecen caballos, que vienen de una concesionaria de Inglaterra y se juegan igual que las carreras hípicas”, nos explica.
Pero el negocio del hipódromo no se limita a sus instalaciones. Junto a él, desarrollan su actividad las agencias hípicas, en las que, por medio del simulcasting, el público puede apostar a las carreras realizadas tanto en el país, como en el extranjero.
“La afición es tan fuerte que tenemos sesenta agencias hípicas por todo el país. Es lo mismo que venir al hipódromo, solo que estás viendo la carrera en televisión. Directamente operadas por Codere tenemos seis, bajo la marca Turf Bet & Sports Bar. El resto son tercerizadas”, apunta Carlos Salazar.
Más de un millar de carreras al año y otros eventos hípicos
El hipódromo Presidente Remón cuenta con un repleto calendario de carreras. Además de las regulares, que se disputan cada jueves, sábado y domingo – y eventualmente algunos viernes- y que son unas 27 a la semana, se compiten alrededor de 52 clásicos anuales, que son carreras de mayor realce.
“Los clásicos son la carrera estelar de la semana, con condiciones especiales para los caballos y premios más elevados. En las carreras regulares los caballos también se clasifican por lotes, pero de menor categoría”, explica Carlos Salazar.
El más afamado es el Clásico Presidente de la República, que este año celebrará su 88º edición. Con él se le rinde tributo al Jefe del Estado y de Gobierno del país, que asiste al evento.
“Éste es quizá el clásico más representativo, porque es el que otorga un premio más alto. Llega a correrse por 130.000 o 150.000 dólares. Además, reúne a los mejores caballos de la plaza y corren la distancia clásica, de 2.100 metros, que es una distancia de aliento para la que pocos ejemplares tienen facultad. Este clásico siempre ha estado en la historia del hipódromo y es un homenaje al Presidente de la República, que por lo general se presenta, saluda al pueblo y convive con nosotros ese día”, nos cuenta Carlos Salazar.
Además, en los últimos cinco años ha tenido lugar en tres ocasiones en el hipódromo el Clásico Internacional del Caribe, que reúne en competición a los mejores caballos de la región. “Se elige este hipódromo por la situación geográfica de Panamá, país conocido como puente del mundo y corazón del universo, ya que llegar a las islas, como Puerto Rico o Dominicana, es más difícil. También por la pista y el trópico, pues en otros países, como México, la altitud puede matar a los caballos y aquí es similar a lo que ellos están acostumbrados a vivir… Por otro lado, en Puerto Rico, por ejemplo, la legislación es americana y las reglas sanitarias son un poco más duras. Es decir, que las condiciones están hechas para que Panamá sea centro de todos estos países para esta competencia”, explica Carlos Salazar.
Otros grandes clásicos son el de Navidad, el de Año Nuevo, el Clásico Independencia (que conmemora la separación de Panamá respecto a Colombia) o el de la Junta de Control de Juegos (organismo estatal que reglamenta la actividad hípica en el país).
Cada año tiene lugar además el tradicional certamen de los Valores Hípicos, un acto de premiación para enaltecer la labor de las personalidades, ejemplares y demás entes involucrados en la actividad, que hayan hecho mejor campaña. También al objeto de distinguir la excelencia de las grandes figuras de la hípica, Presidente Remón celebra cada dos años la Exaltación al Salón de la Fama, para el que un comité decide quién será homenajeado e inmortalizado en este templo a la historia hípica del país.
Panamá, cuna de los mejores jinetes del mundo
En las instalaciones del hipódromo Presidente Remón se encuentra la Academia Técnica de Jinetes Laffit Pincay Jr., inaugurada el 17 de marzo de 2009, con el objetivo de descubrir grandes jinetes y asegurar la completa educación de sus estudiantes.
Durante los 24 meses que dura la formación, los alumnos no sólo son instruidos en materia hípica, sino que reciben una enseñanza integral que les permite el posterior acceso a la universidad.
“Es un logro de Codere, porque hace unos años era sólo una escuelita que no estaba reconocida por el Ministerio de Educación. Cuando la Fundación Codere se hizo cargo de ella, lo elevó a Academia Técnica, de manera que, cuando se gradúan, los muchachos obtienen un diploma con el que, si no sirven para jinetes, pueden seguir estudiando. La formación es casi gratuita. Además, el reconocimiento de esta escuela a nivel internacional fomenta la imagen de Panamá como cuna de los mejores jinetes del mundo”, explica Carlos Salazar.
Cada año terminan sus estudios en la Academia alrededor de quince estudiantes, lo que se celebra con un acto de premiación; la Graduación de Jinetes, a la que asisten sus familiares, profesores y representantes del Ministerio de Educación y del Grupo Codere, que dan la bienvenida al mundo profesional a estos jóvenes que debutarán después en las carreras.
Intensa labor de comunicación para promover la actividad
Para dar a conocer su actividad, fidelizar a sus clientes y atraer nuevos aficionados, el hipódromo desarrolla una potente labor comunicativa.
“Tenemos una canal televisivo donde se promueven nuestras carreras y el resto de nuestra oferta, que refuerza el respaldo de nuestros clientes. Es el canal 97 cable onda y emite casi 24 horas al día. Además, contamos con la revista El Programa, de carreras de caballos locales, que sale cada semana con una tirada de 10.000 ejemplares que se difunden a nivel nacional como suplemento de un periódico y que colabora a que el público pueda tener una orientación para realizar sus apuestas. Tenemos también Simuladas, una revista de simulcasting que sale todos los días con más de 2.000 ejemplares, con las apuestas que vienen de Estados Unidos y Sudamérica. El próximo paso es fomentar el uso de las redes sociales, en las que, por el momento, tenemos poca actividad”, explica Miguel Gómez, Jefe de Relaciones Públicas, responsable de la comunicación del hipódromo desde el comienzo de la etapa Codere, en 2005.
Gestión de excelencia
Presidente Remón, como el resto de hipódromos operados por el Grupo Codere, forma parte de la Federación Internacional de Autoridades Hípicas (IFHA), un prestigioso organismo internacional encargado de promover la buena regulación y las mejores prácticas en asuntos hípicos internacionales. “Garantizamos la transparencia de las carreras, la calidad de los caballos y estudiamos concienzudamente la forma de agruparlos para que compitan. Esa es nuestra principal responsabilidad y la mejor forma de impulsar la actividad”, concluye Carlos Salazar.