“Los números en Panamá muestran que la situación se ha revertido, teniendo ahora una estructura de costos mucho más liviana, lo que significa que ingresos marginales adicionales se transforman directamente en beneficio. Hemos conseguido incrementar sustancialmente los clientes en las salas, con tasas de crecimiento interanuales que rondan el 10%. Hemos recuperado clientes después del impuesto del 5,5% y estamos viendo mejoras en la cuota de mercado, recuperando posición respecto a la competencia. Todo esto, sumado, te lleva a que este año los resultados seguramente van a ser como un 25% superiores a los del año pasado. Este año estimo que el EBITDA va a estar en los 19,5 millones de dólares, cuando el año pasado estuvo en 15”, comenta Carlos Villaseca.
En las gráficas, se observan ciertos picos negativos, pues, como explica Villaseca, “las cosas, antes de cambiar, empeoran un poco en algunos aspectos”.
También Leonardo Desentis explica estas curvas: “Los resultados responden a las distintas fases y tienen una buena lectura, pero quizá requieren cierta explicación. Hemos hecho una gran fase de aclientamiento y, en esas fases, siempre tenemos una curva de aprendizaje del cliente. Cada vez que incorporamos y homologamos el sistema, el cliente lo resiente y hay ciertas fugas. Estos golpes también se apreciaron en su día en México, cuando hicimos la transición”, añade.
