Madrid / Montevideo, 15 de febrero de 2021.- Con las gradas vacías; sin el bullicio festivo que caracteriza a los grandes acontecimientos; sin poder celebrarse el 6 de enero como es tradición debido a la suspensión de espectáculos públicos durante los diez primeros días del año por la pandemia; sin la oferta de apuestas presenciales, pero sí con el más estricto protocolo sanitario de su historia, el Gran Premio Ramírez celebró el pasado día 17 de enero su 123 edición, en nuestro hipódromo de Maroñas, de Uruguay.
A pesar de no contar con público, la jornada fue seguida por 70 medios nacionales y otros tantos extranjeros, que siguieron las retransmisiones por las distintas vías habilitadas para ello.
Tras la inactividad de tres semanas, a causa de la suspensión de eventos deportivos dispuesta a finales de año en país como medida preventiva frente al coronavirus, muchos eran los que estaban deseando el regreso de la competición. Muestra de este interés fueron las 800 inscripciones de caballos participantes que se recibieron, lo que supuso realizar tres jornadas hípicas en la semana del Gran Premio Ramírez, disputándose 16 carreras la jornada del Ramírez.
Maroñas y Las Piedras, espacios covid-free
En esta edición, el mayor desafío consistía en poder garantizar la seguridad sanitaria y retomar la competición para, de este modo, preservar los miles de trabajos que genera el turf en el país, entre cuidadores, jockeys, veterinarios, entrenadores o peones, entre otros.
Como señala Fernando González, gerente de Relaciones Institucionales de HRU “debemos agradecer y destacar el compromiso que han demostrado todas las personas implicadas en este gran evento para respetar el protocolo. El turf ha cumplido de forma sobresaliente con todas las medidas sanitarias establecidas para permitir el regreso de nuestro deporte”.
Para garantizar las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, se estableció un horario de ingreso escalonado de los distintos participantes, que evitase aglomeraciones y facilitase la agilidad y eficacia del necesario control de temperatura.
Lo cierto es que garantizar los mejores protocolos de higiene y seguridad, no supone ninguna novedad para la compañía. Desde mayo, cuando se recuperó la actividad hípica en Uruguay, y hasta diciembre, momento en el que se canceló hasta el pasado 10 de enero, no se produjo ningún brote de Covid-19 en nuestros hipódromos uruguayos de Maroñas y Las Piedras.
Apuestas online: tendencia en crecimiento
Celebrar el Gran Premio sin público, y cambiar la fecha del 6 al 17 de enero por causas ajenas a la meteorología, no fueron las únicas circunstancias atípicas que se produjeron en esta edición. También lo fue que las apuestas online se consolidaron como tendencia, alcanzado 23 millones de pesos (450.000 €)
“Tradicionalmente, el día del Ramírez es cuando más se juega en el hipódromo. Durante el año, el público lo hace a través del call center, en Maroñas online o a través de las agencias hípicas, pero el día del Ramírez ganan ampliamente las apuestas presenciales. Este año, ante la imposibilidad de facilitarlas, tuvimos que adaptarnos a las nuevas circunstancias, ampliando nuestra servicio de call center y nuestra capacidad de banda ancha para atender las demandas de los seguidores, y que funcionaron perfectamente durante toda la jornada”, afirma Fernando González.
Gracias a la capacidad resolutiva de todo el equipo, y el deseo de preservar la tradición, Uruguay pudo disfrutar de su turf más emblemático, y uno de los más antiguos de la hípica sudamericana que se celebra desde 1889.
