Editorial 22 de marzo

Estimados:

La compañía presentó hace escasas semanas los resultados de cierre de 2020, que reflejan el impacto de la pandemia con una caída de los ingresos operativos del 57%, hasta los 595 millones de euros, y un EBITDA ajustado de 22,5 millones de euros, un 93% menos respecto al año anterior.

Pero no todas fueron malas noticias… Las buenas fueron, por un lado, la rápida recuperación de ingresos que hemos podido observar durante el año en nuestros negocios presenciales cuando han podido operar y, por otro, el sobresaliente desempeño de nuestro negocio online, que obtuvo unos ingresos de 71,3 millones, con un crecimiento interanual de casi un 60% en el último trimestre. El gran potencial de expansión de este negocio -en parte fruto de las nuevas regulaciones en Latinoamérica-, nos ha llevado a la búsqueda actualmente de alternativas estratégicas para hacerlo crecer y maximizar su crecimiento.

Sin embargo, la crisis sanitaria se alarga más allá de lo previsto y empeoró desde el pasado mes de noviembre, obligando a las autoridades a nuevos cierres y limitaciones de horario o aforos de actividades no esenciales, que volvían a interrumpir el normal funcionamiento de muchas industrias, especialmente la nuestra y, como mencioné anteriormente, erosionar de nuevo la esperanzadora recuperación de ingresos que veníamos observando tras las reaperturas.

Por tanto, aunque nuestro grupo sigue haciendo importantes esfuerzos en el frente de los costos –reduciéndolos un 55% en los últimos nueve meses-, y vemos ciertos brotes verdes en cuanto al levantamiento de restricciones para operar (que esperamos se vayan consolidando con los procesos de vacunación en curso), la ansiada normalidad se hace esperar y no anticipamos volver a niveles de ingresos previos a la pandemia hasta 2022, dependiendo de  la unidad de negocio de que se trate.

Para navegar este período de transición con los recursos adecuados, contamos con el apoyo de asesores financieros y legales que nos ayudarán a evaluar diferentes alternativas para mejorar nuestra liquidez y estructura de capital. El proceso está en curso y se están llevando a cabo conversaciones  constructivas con un grupo de nuestros principales bonistas, quienes reconocen que la situación que atravesamos es consecuencia de la pandemia y no de la gestión de la compañía, y expresan su confianza en nuestra labor con su voluntad de apoyar a la empresa hasta alcanzar la normalidad operativa. Tenemos por delante semanas intensas que no estarán exentas de ruidos, que trataremos de clarificar con el mejor funcionamiento posible de nuestros canales de comunicación interna.

Con este contexto, se hace imprescindible seguir impulsando nuestros valores culturales. Analizamos en este número las conductas a reforzar y evitar para encarnar de la mejor forma posible un valor que cobra especial relevancia para asegurar nuestra viabilidad dada la situación, como es la eficiencia, que consiste en poner el foco en conseguir el potencial máximo de cada recurso al alcance.

Mientras, seguimos trabajando y teniendo motivos de celebración, como es el acuerdo de patrocinio recientemente anunciado con el Club de Fútbol Monterrey Rayados, para las cuatro próximas temporadas, que nos permitirá avanzar en nuestro proyecto de expansión internacional y consolidación de marca. O el premio que la industria del juego de la región latinoamericana ha otorgado a Codere Argentina por su programa de juego responsable, reconociendo el compromiso de nuestro grupo con la comunidad.

Por último, no quisiera finalizar estas líneas sin agradecer de nuevo vuestra dedicación y esfuerzo durante esta complicada etapa. Os animo además a trasladar cualquier inquietud o duda que os pueda surgir a vuestros responsables o al correo comunicacioninterna.corporativa@codere.com.

Un saludo,

Vicente Di Loreto, director general de Grupo Codere

(22 de marzo de 2021)