Liderazgo femenino, abriendo camino

Madrid, 1 de abril de 2022.-  La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino cimiento para la construcción de un mundo justo, próspero y sostenible. Así lo entiende la ONU, que en su Agenda 2030 establece la consecución de diecisiete objetivos de desarrollo sostenible, con la igualdad y el empoderamiento de las mujeres como hilo conductor.

Las mujeres y las niñas suponen la mitad de la población mundial, y del potencial para el desarrollo, pero a día de hoy, en todo el mundo existe una desigualdad que genera el estancamiento del progreso social. Su empoderamiento es indispensable para impulsar el crecimiento económico y promover el desarrollo. No se trata de modas, discursos oportunistas, ideologías o discriminaciones positivas. Se trata de igualdad.

Actualmente, en las sociedades en las que hombres y mujeres desempeñan una misma responsabilidad, por término medio, ellas siguen ganando un 24% menos que sus homólogos.

Los datos dicen que, si seguimos así, para 2030, unos 2.100 millones de mujeres y niñas vivirán en países que no alcanzarán ninguna de las metas fundamentales en materia de igualdad de género. De hecho, ningún país las alcanzará todas.

En Codere, queremos asentar las bases del cambio y redoblar nuestra apuesta por la igualdad y el liderazgo femenino. La paridad salarial, la cultura inclusiva o la promoción del talento femenino, han de ser los pilares del compromiso, con objetivos tangibles que permitan visibilizar nuestro avance en todos los países en los que operamos.

Para ello, hemos puesto en marcha nuestro programa “Liderazgo femenino”.

Abriendo camino

Para impulsar nuestros planes de igualdad, se ha creado un grupo de trabajo, que liderará la implementación de acciones en los países, y cuenta con fuerte presencia de las áreas de Personas y Relaciones Institucionales.

Este grupo se apoya en el asesoramiento y acompañamiento de Patricia Lindblom, consultora de En Terreno Social. Conocemos de su mano el origen y detalles del programa.

P.- ¿Por qué es necesario impulsar la igualdad? ¿Qué razones hay para abordar el liderazgo femenino y la superación de las desigualdades?

PL.- No impulsarla sería injusto, ineficiente e insostenible. La igualdad es un valor ético esencial que debe ser el objetivo final del desarrollo. También es un problema económico insostenible, porque no permite promover las capacidades necesarias para la innovación y la productividad.

La igualdad es eficiente porque genera organizaciones inclusivas y una cultura que recompensa la participación de las personas que la componen, más allá de clases sociales, etnias, género o conexiones de poder.

Los liderazgos masculinos y femeninos se caracterizan por distintas habilidades, pero son complementarios. Es sabido que el liderazgo femenino aporta una mayor orientación a las personas, expresividad y cercanía; así como una tendencia a la cooperación, la resiliencia, el liderazgo horizontal y la creación de espacios para expresar las emociones.

Para las empresas, lo más beneficioso es combinarlos, teniendo líderes de ambos sexos que aúnen energías e ideas, y trabajen de forma coordinada.

P.- En la Agenda 2030, el quinto objetivo de desarrollo sostenible habla específicamente sobre la igualdad de género, con impacto en el resto de las metas ¿De qué manera vas a colaborar con nosotros para impulsarlos?

PL.- Vamos a fomentar un programa de grupos de autoimpulso, para potenciar la inclusión plena de la mujer en la organización. Para ello, trabajaremos con personas identificadas por la compañía, quienes serán responsables de promover el cambio que Codere se ha propuesto llevar adelante.

P.- ¿Cómo se va a llevar a cabo el programa y qué resultados queremos lograr?

Se trata de una actividad de aproximadamente cuatro meses, en la que trabajaremos en grupos mixtos, bajo la modalidad de talleres, en los que se abordarán temáticas como el autoconocimiento, fortalezas y debilidades de cada perfil, cultura de inclusión, metas y objetivos para permear en la organización, así como formación de formadores para que cada uno se convierta en facilitador en su ámbito de trabajo e implemente esta iniciativa.

¿De qué forma este proyecto motivará a los empleados a trabajar en una dimensión de conciencia y respeto?

Como hemos mencionado, estos primeros grupos van a ser los que repliquen en cada país los conocimientos y habilidades adquiridos para generar un cambio en la mirada de los colaboradores, promoviendo espacios de encuentro, donde se compartan ideas e iniciativas. Ellos serán los multiplicadores de los grupos de autoimpulso.

Parte del éxito dependerá de la conciencia que ya disponga la empresa, y de las medidas que se estén adoptando, así como de la perseverancia y tenacidad de los agentes de cambio seleccionados para hacer que su ejemplo y discurso llegue a todos los rincones de la empresa. Es además muy necesario el compromiso de la Dirección, que deberán acompañar, con su conducta, compromiso e impulso, cada una de las iniciativas planteadas.

Una vez presentado el proyecto a los distintos comités de dirección del grupo, es hora de trabajar con el equipo de colaboradores seleccionados, que garantizan la representatividad de cada país en que opera la compañía.

Se trata de un grupo de 68 embajadores que servirán de palanca e impulso en el desarrollo del plan.

Con la colaboración de la consultora En Terreno Social, a partir de abril, estos embajadores serán entrevistados de manera individual para conocer su opinión, experiencia, expectativas y propuestas, así como participar en diversos talleres de formación que les doten de las herramientas, conocimientos y habilidades necesarias, para ser impulsores y transmisores del Liderazgo femenino, que necesita:

  • Desarrollar una cultura de empresa respetuosa y justa no solo con las mujeres, sino con cualquier diversidad.
  • Apostar por políticas de empresa que fomenten la paridad.
  • Desarrollar planes de carrera ambiciosos, en igualdad de condiciones.
  • Estimular el mentoring a través del testimonio y acompañamiento de mujeres que sirvan de inspiración a otras mujeres.
  • Crear espacios seguros, libres de acoso y micro-agresiones o abusos.

Lograr la igualdad será un proceso largo que necesitará de políticas explícitas. Abrimos así camino para llegar donde nunca antes hemos llegado.

Por un mismo juego. Soy mujer Codere.