El día de la primera apuesta estaba en la sala en contacto permanente con el equipo de Publishing Display. Era los ojos del departamento para confirmar que la información que se publicaba en las pantallas era la adecuada y todo estaba yendo según lo previsto, para lo que habíamos estado trabajando con tanto empeño. A su vez, iba gestionando con Marketing las promociones que nos iban marcando, para que nada fallara en el debut. Ese día todos estábamos muy nerviosos, y también muy emocionados al ver cómo se iban realizando las primeras apuestas y se daban los primeros premios.
Para Publishing ese día era nuestra puesta en escena, tras meses ensayando y preparando las pantallas con precios, imágenes… Era el pistoletazo de salida para el resto de puntos de venta y garantizar que en todos los salones se ofreciera la más completa oferta deportiva. El equipo era muy joven, ávidos por aprender mucho y muy rápido, sobre algo desconocido en nuestro país hasta la fecha. El aprendizaje era constante y el desafío, permanente.