Mi incorporación se produjo meses tras la primera apuesta, en el equipo de IT. Fue un periodo de intensa carga de trabajo. Inicialmente, tuvimos que adaptar los till para poder ser utilizados en País Vasco y que tuvieran capacidad de autoservicio para ser utilizados en hostelería. Tras meses de prueba, Codere determinó que la mejor solución tecnológica suponía el desarrollo de nuestros propios terminales, capaces de dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes y mercados. Esta experiencia inicial en País Vasco, nos sirvió para implantar nuestra tecnología y terminales en la CAM, el resto de comunidades de España y posteriormente trasladar el modelo a los diferentes mercados internacionales a los que nos expandimos. De aquella época destaco la elevada capacidad de trabajo y flexibilidad de la que disponíamos, aprendiendo a convivir con una cultura laboral (y de necesidades de mercado) como era la británica.