Récord de asistencia de público y medios de comunicación para el Gran Premio Ramírez
URUGUAY, 16 de enero de 2017.- El Hipódromo Nacional de Maroñas es el principal recinto ecuestre de Uruguay y uno de los más importantes del Cono Sur del continente americano. Ubicado en el barrio de Ituzaingó, en la ciudad de Montevideo, este espacio data de 1889 y es un monumento histórico con una extensión de 62 hectáreas. Fue el escenario en el que el pasado día de Reyes se celebró el Gran Premio José Pedro Ramírez, el evento hípico más importante del año en el país.
HRU es la empresa que administra este recinto, así como el Hipódromo de Las Piedras, también en Uruguay. La operación incluye además la gestión de cinco salas de juego -con 1868 slots- y una red de 45 agencias tercerizadas en las que se puede apostar al exterior mediante simulcasting, un sistema de apuestas simultáneas por televisión vía satélite, que permite el intercambio de carreras entre Europa, Norteamérica y Latinoamérica.
Desde finales del pasado mes de noviembre, Codere se convirtió en el titular único de HRU (anteriormente Hípica Rioplatense Uruguay) tras la adquisición del 50% de su capital, del que ya participaba a la mitad desde 2002 junto con la Sociedad Latinoamericana de Inversiones, cuando obtuvo la concesión del hipódromo por 30 años. HRU y el Hotel Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa, reinaugurado el 7 de marzo de 2013, componen el negocio del Grupo en Uruguay.
El pasado día de Reyes, 6 de enero, se disputó en el Hipódromo Nacional de Maroñas el Gran Premio José Pedro Ramírez, máximo evento del turf en Uruguay y uno de los más antiguos en la hípica sudamericana. Es uno de los doce clásicos que se compiten en Maroñas que forman parte del Tomo Uno del International Cataloguing Standards Book de la IFHA (Federación Internacional de Autoridades Hípicas), que recoge las carreras más importantes del mundo. Un evento que contó con un récord de asistencia de público, con alrededor de 18.000 espectadores, para el que se acreditaron cerca de 200 periodistas nacionales e internacionales, y que se convirtió en un lugar de encuentro para las familias, autoridades políticas, empresarios y figuras del espectáculo.
Una jornada que refuerza el compromiso de Codere con la hípica latinoamericana
El Gran Premio José Pedro Ramírez se disputó por primera vez a finales del siglo XIX, en 1889, bajo la denominación de Gran Premio Internacional. Fue en 1915 cuando tomó en nombre de José Pedro Ramírez, como homenaje a una de las más importantes figuras en la fundación del Jockey Club de Montevideo y en el desarrollo de la hípica en Uruguay. Desde entonces se ha organizado todos los años -salvo en 10 ocasiones-, habitualmente en el día de Reyes.
Este año el clásico ha celebrado su 119ª edición con una jornada repleta de atractivos, tanto por el prestigioso nivel hípico internacional, como por las actuaciones musicales, sorteos y amplia oferta de entretenimiento dispuesta para un día en el que los más pequeños pudieron disfrutar de la presencia de los Reyes Magos, algodón de azúcar, helados, globos, maquillaje artístico y obras de circo.
En lo hípico, se disputaron 21 carreras. Además del Gran Premio José Pedro Ramírez – Copa El País, se corrió el otro clásico de Maroñas catalogado en el Grupo I del Tomo Uno de la IFHA, el Gran Premio Cuidad de Montevideo – Presidente Jorge Batlle – Copa Codere.
Esa misma jornada se disputaron otros dos clásicos internacionales, el Gran Premio de Maroñas – Copa Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa y el Gran Premio Pedro Piñeyrua – Copa Microsules.
Al evento asistió el vicepresidente de Codere, Javier Martínez Sampedro, que entregó el Gran Premio Ramírez 2017 al propietario del caballo ganador, Gandhi di Job.
Gabriel Gurméndez, que asumió la posición de CEO de HRU en mayo de 2015 tras ocupar la presidencia de Antel (empresa nacional de comunicaciones) y ser ministro de Transporte y Obras Públicas durante el gobierno de Jorge Batlle, añade que durante la jornada se quiso difundir un mensaje de “compromiso de Codere con la hípica latinoamericana, porque en Uruguay, entre los aficionados, se había generado una preocupación sobre si la Compañía le iba a dar importancia a la actividad. Por eso transmitimos que la integración total de HRU en Codere nos permitirá impulsarnos hacia el futuro con la potencia de una estrategia única y clara, pues consolidarnos a un Grupo de esta fortaleza permitirá beneficiarnos de las mejores prácticas, talento y conocimiento experto. Y en especial en lo refiere a su carácter e identidad hípica, pues la Compañía, además de haber sido protagonista de la recuperación y desarrollo de Maroñas, administra hipódromos en México y Panamá, opera la red tecnológica más avanzada de toma de apuestas en Brasil, y tiene una vasta experiencia en manejo de agencias hípicas”.
Una arraigada tradición que contribuye activamente al desarrollo económico y social
En Uruguay existe una fuerte y antigua tradición hípica. “Comenzó en 1889 con la fundación del Jockey Club y, junto al fútbol y el tango, formó parte de la identidad de los uruguayos. Esto duró hasta diciembre de 1997, cuando se produce la quiebra del Jockey Club de Montevideo y el hipódromo deja de funcionar hasta 2003, cuando ingresa la operación privada a través de una concesión del Gobierno que es otorgada a HRU. En ese momento se invierte para renovar las instalaciones y se vuelve a generar actividad hípica, después de siete años de abandono. Eso supuso la ruptura de la tradición y parte del desafío de HRU ha sido volver a generar esa cultura. Pero indudablemente es una actividad que tiene una gran afición y que genera además muchísimo trabajo”.
Gustavo Anselmi, gerente corporativo de Operaciones de HRU que ingresó en HRU en febrero de 2016 tras una dilatada experiencia laboral en empresas de juegos de azar, coincide en esto mismo al afirmar que “según estudios realizados en los últimos años, en Uruguay unas 45.000 personas viven de la industria hípica, entre los que trabajan en los hipódromos, los haras, los jockeys, cuidadores, peones, serenos, veterinarios y otros profesionales, conformando una cadena productiva de gran impacto social. Tan solo tomando en cuenta a quienes trabajan en el entorno de los dos hipódromos que gestiona HRU, se concentran 2.200 empleos. Para el día del Gran Premio Ramírez trabajan en Maroñas más de 800 personas”, nos explica.
Y agregra que “como parte de la política de promoción del empleo juvenil, a comienzos de diciembre se integraron a HRU 160 jóvenes para que reforzaran las áreas de Apuestas, Atención al Cliente y Tesorería con vistas a la jornada del 6 de enero”.
En el hipódromo se celebran además otros clásicos de gran envergadura, como la Triple Corona, que se divide en tres etapas que tienen lugar en los meses de septiembre, octubre y noviembre. Otro de los clásicos de relevancia es el Gran Premio General Artigas, también del Grupo II del Tomo Uno y segunda jornada en importancia en el calendario hípico uruguayo.
A lo largo del año se disputan carreras todos los viernes, sábados y domingos, alternándose la celebración entre Maroñas y Las Piedras. Todas ellas se retransmiten por un canal interno de televisión, que a su vez produce programas de análisis hípico y que envía la señal vía satélite a las agencias hípicas y canales de cable de Uruguay. Además, El País, que es el periódico con mayor difusión de Uruguay, es el principal sponsor del Gran Premio José Pedro Ramírez y dedica una página del diario a la actividad del turf uruguayo.
Una importante inversión para acercar al público
Maroñas, desde su reapertura, hace un fuerte esfuerzo por generar afición y reposicionar la actividad hípica tras los años en los que ésta estuvo abandonada. El objetivo es que se identifique el hipódromo como lugar de recreo para la familia, en el que vivir la experiencia de la competencia, la pasión y apreciar el trabajo de los profesionales.
A pesar de que la unidad de negocios hípica es deficitaria para HRU y se sostiene con el resto de operaciones de la empresa, durante el último año se ha realizado una importante inversión en la mejora de las instalaciones, para acercar a más público al recinto.
El Hipódromo Nacional de Maroñas consta de tres tribunas, una pista principal de arena y actualmente se está construyendo una pista de césped que ha supuesto una inversión de 3,4 millones de dólares y que se inaugurará en marzo de 2018, cuando se dispute el Gran Premio Latinoamericano. Esta importante mejoría, junto a la recientemente inaugurada Villa Hípica E, que amplía la capacidad de las caballerizas con 200 nuevos boxes (con lo que el hipódromo queda preparado para albergar a 1.200 caballos), y la instalación de un sistema de cámaras de video vigilancia, suponen una inversión histórica, la mayor realizada en un año por HRU desde la reapertura del hipódromo.
Además, la nueva Avenida al Hipódromo, una inversión del Gobierno Nacional y Municipal, facilita el acceso al recinto mediante una doble vía, mejorando su conectividad con la ciudad. Una obra que implicó no solamente la construcción vial, sino que se tuvo que reubicar a cientos de familias que antes vivían en asentamientos irregulares y viviendas muy precarias en la zona, y se los trasladó a nuevas y mejores construcciones.
“Antes, para llegar al hipódromo, había que atravesar un barrio con graves problemas de seguridad. Ahora, con esta vía iluminada directa al hipódromo y con una contribución que hizo HRU, que donó un sistema de cámaras de seguridad monitoreadas por la Policía Nacional, Maroñas cuenta con una manera de acceder sumamente tranquila y segura que de alguna manera quebró un barrera que a veces inhibía a algunas familias a acercarse al recinto, por la dificultad del entorno donde está emplazado”, explica Gabriel Gurméndez.
El recinto cuenta además con tres restaurantes: Ituzaingó, la parrillada Por los Palos y el autoservicio Turf and Food. Por otra parte, en 2015 se inauguró un gimnasio que busca ser un espacio abierto a la comunidad para la mejora en la salud y la promoción de la actividad física.
Una escuela de jockeys para la profesionalización del sector
En 2014, el Hipódromo Las Piedras puso en marcha la Escuela de Jockeys y Vareadores, para la profesionalización del sector. El centro brinda cursos teórico-prácticos a unos 20 jóvenes cada año y cuenta con instalaciones completas para su alojamiento. Hasta el momento han pasado por la escuela 58 jóvenes.
El mismo día 6 de enero, entre los eventos de la jornada, tuvo lugar en Maroñas la graduación de la tercera promoción de alumnos de este centro, que durante un año han recibido una formación que les permitirá comenzar a desempeñarse en las pistas de los principales hipódromos del país.
“Esta escuela es de un gran valor, pues es un aporte importante a la formación profesional de los jinetes, que da un componente importante a la actividad y tiene un buen impacto en lo social, porque es una manera en la que estamos ofreciendo a jóvenes uruguayos, normalmente de origen relativamente humilde, la posibilidad de tener una carrera y un destino vinculado a la hípica que los puede proyectar y dar una oportunidad”, concluye Gabriel Gurméndez.
