Reflexiones ante una nueva etapa

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Madrid, 31 enero 2022.- El cambio de año es un momento que invita especialmente a la reflexión. Al balance de lo realizado y la toma de conciencia sobre lo que se podría mejorar, para así poder adquirir nuevos compromisos que ayuden a la óptima evolución.

Una práctica que muchos tenemos la costumbre de hacer por estas fechas y que nuestro equipo directivo realizó también en un encuentro previo a navidad, en el que recapacitaron entre otros asuntos sobre su gestión del grupo frente al complejo escenario de la pandemia.

¿Qué hemos hecho bien en este periodo?

Al plantear esta cuestión se dio el entendimiento común de que la compañía ha sabido mirar desde un primer momento por sus personas, velando por su seguridad y comunicando con transparencia los acontecimientos.

Fuimos raudos en la implementación del teletrabajo, pensando en nuestra gente. Hicimos un importante esfuerzo por la digitalización y el refuerzo de nuestros canales de comunicación interna y, pese a estar distanciados físicamente durante meses, mantuvimos el contacto y el espíritu de equipo.

Reaccionamos con rapidez ante las situaciones, pese a lo inusitadas que se presentaban, adaptándonos de forma dinámica y eficaz; cumpliendo la normativa y manteniendo un equilibrio entre la dedicación de los distintos públicos, de forma que no cargamos los esfuerzos de manera desproporcionada sobre ningún colectivo en especial.

Dosificamos también nuestros recursos económicos, gestionando los costes y alargando la caja lo que nos era posible… en definitiva, tirando adelante con los que teníamos y podíamos, mientras buscábamos solución a nuestros problemas financieros.

Y mientras nos adaptábamos además con agilidad y eficiencia a las medidas restrictivas de cada mercado, adecuando la organización de forma continua al entorno desafiante y buscando en él las mejores alternativas para conseguir mantener nuestra cartera de negocio casi intacta.

Por otro lado, y pese a que la situación requería la toma de decisiones firmes y en casos, dolorosas, supimos escuchar las dificultades añadidas que la crisis traía para algunos y protegimos económicamente a nuestros colaboradores, impulsando acciones de solidaridad, tanto con nuestra gente como con la sociedad más allegada.

Todo ello, conservando la calma incluso en los momentos más estresantes. Sin rendirnos. Con determinación, optimismo, honestidad, perseverancia y responsabilidad. Trabajando como un equipo unido y sin fisuras. Y conservando la credibilidad entre nuestros públicos y su confianza.

¿Qué podríamos haber hecho mejor?

Para extraer aprendizaje de las situaciones y aplicarlo al camino por delante, es importante enfocar también la mirada en aquellos aspectos que el tiempo muestra que se podían haber abordado de mejor forma.

La situación nos sorprendió de forma repentina y la falta de experiencia obligó a aprender sobre la marcha, dejando en evidencia la carencia de protocolos en el grupo para interrumpir las actividades o nuestra falta de experiencia en el teletrabajo.

Aunque hicimos un fuerte esfuerzo por informar con la mayor transparencia y premura, esta etapa ha coincidido con múltiples eventos financieros y de negocio que no llegaron a ser bien trasladados en algunos equipos y que en ocasiones no resultaron claros tampoco para la prensa.

La incertidumbre es foco de angustia y debilidad, personal y organizacional, y una mejor aproximación a la grave situación que pasaba la compañía, sobre todo en algunas unidades de negocio,  hubiese probablemente hecho entender mejor las decisiones que era necesario implementar, así como detectar casos de empleados en situaciones extremas.

Nos enfocamos mucho en el recorte de los gastos, lo cual era necesario y acertado. Pero podríamos haber pasado con más rapidez al modo recuperación de ingresos, y priorizado de mejor forma los pocos recursos disponibles. También haber aprovechado para repensar y transformar de una forma más profunda nuestro negocio.

Por otra parte, aunque este tiempo hemos sabido mantener la cohesión, el impacto de la pandemia -especialmente en nuestro sector y para nuestra compañía- ha provocado una fuerte erosión entre los colaboradores. Ha conllevado un importante esfuerzo individual, con la erosión de la colaboración y la química… y  con una pérdida de talento por la salida de colaboradores.

La inquietud nos hace a veces dejarnos llevar por el dramatismo y el victimismo, y minimiza nuestra visión global y clarividente. La ecuanimidad es una virtud a proteger en los más perturbadores escenarios para asegurar la mejor toma de decisión y energía en la acción. Sin duda lecciones que incorporaremos a nuestra nueva etapa.

¿Qué lecciones hemos aprendido que podrían aplicarse en el futuro?

La pandemia deja a su paso una enseñanza muy clara, y es que todo puede cambiar de la noche a la mañana y que por lo tanto, tener capacidad de adaptación dinámica y respuesta eficiente, resulta vital.

En nuestro caso, nos ha mostrado una vez más, quizá con más contundencia que nunca, que somos una organización flexible y que sabemos evolucionar en interacción con el entorno. Que no hay paradigmas inquebrantables, hay que atreverse. Nosotros supimos romper modelos históricos en la casa, aprender y aplicar lecciones sobre la marcha.

Nos hemos capacitado para trabajar de forma remota y protegido frente a los desafíos en tecnología y seguridad que ello implica. Algo que podremos incorporar a nuestras dinámicas futuras, y que nos permitirá seguir mejorando en la conciliación de nuestra vida laboral y personal.

En muchos países, la crisis ha servido para readecuar la oferta de juego a su dimensión real, algo que todo apunta a que quedará por tiempo. También para redoblar  y precipitar nuestra apuesta por la automatización y la digitalización, fundamentales en la nueva realidad.

Hemos aprendido que conceptos como unión, confianza, equipo, o solidaridad, no son palabras vacías. Son esencia necesaria principalmente en los momentos difíciles, para superar los desafíos. Por eso es importante reforzar nuestra sensación de grupo, nuestro orgullo de pertenencia y compromiso con el proyecto común.

Ha vuelto a quedar de manifiesto la importancia de comunicar… y de prestar oídos, a fin de lograr empatía en el grupo. Y es que… ¡queremos escucharte!

¿Nos escribes y nos cuentas cuál es tu balance de la actuación del grupo frente a la pandemia?

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