Hace ya algo más de un año que iniciamos en la compañía un proceso de transformación orientado a revisar nuestra estrategia, modelo de negocios, organización y forma en que operamos, impulsando la mejora de la eficiencia y creación de valor para todos nuestros grupos de interés. Durante el primer año de implementación, en el que desde el punto de vista organizacional pasamos a un modelo regional, hemos generado mejoras que podemos cuantificar en alrededor de 50 millones de euros, que nos permitieron capear exitosamente un temporal de devaluaciones de monedas y aumentos de impuestos.
Entrando en el segundo año del proceso, el mercado sigue presentando desafíos importantes, en particular regulatorios, pero también grandes oportunidades que requieren que sigamos aumentando nuestra capacidad de respuesta (con especial foco en las cuestiones institucionales), así como nuestra eficacia y capacidad operativa.
De este modo, con la aprobación el pasado miércoles por parte del Consejo de una nueva estructura organizativa, iniciamos una segunda fase de este plan de transformación en la que avanzamos hacia un modelo más simple y global. Procuramos optimizar la alineación del talento y experiencia de nuestro equipo directivo con los principales desafíos y oportunidades, así como enfocarnos en el crecimiento a través de la mejora de nuestras cuotas de mercado y márgenes, aprovechando a la vez las nuevas oportunidades que el negocio ofrece.
El nuevo esquema supone la creación de la posición de COO de Retail, que tendrá la responsabilidad del manejo operativo de todos los negocios presenciales -salvo Italia por las particularidades que presenta este mercado-, que será responsabilidad de Carlos Villaseca.
A su vez se crean las posiciones de regional managers, que se centrarán en los enormes desafíos regulatorios e impositivos que enfrentamos, en la implementación de un plan director de Responsabilidad Social Corporativa y en la captación de nuevas oportunidades de negocio. En ese sentido, Alejandro Pascual liderará la estrategia institucional que dé respuesta a los crecientes ataques al sector en nuestros mercados europeos, y continuará dirigiendo integralmente nuestra operación italiana. Rodrigo González Calvillo seguirá liderando las funciones institucionales de México, que hemos considerado una región en si misma por la relevancia y complejidad de ese mercado para la compañía. Y Bernardo Chena hará lo propio con nuestros restantes mercados, cuyos desafíos más importantes serán “defender el bastión” en Argentina en los próximos años así como desarrollar una oportunidad rentable en Brasil.
Dado que el mercado es cada vez más internacional y homogéneo, hemos de trabajar para que de manera progresiva también nuestras políticas, estrategias y tecnologías, se mundialicen. Para ello tendrán también un rol relevante las áreas funcionales transversales, en particular las que apoyan a las áreas operativas (Personas, IT, Finanzas). Pero a su vez operamos en distintos países que presentan particularidades que requieren una mirada concreta, y una coordinación territorial, que seguirá en manos de los country managers.
Esta estructura, que se apoyará en comités directivos, centros de excelencia y de servicios compartidos, favorece las sinergias y el intercambio de mejores prácticas, y queda constituida bajo el siguiente organigrama:
Todo esto se apoya en un proceso de cambio cultural que supone, por una parte, una mejor identificación y descripción de nuestro propósito como compañía, con lo que ello conlleva de responsabilidad respecto a nuestros stakeholders de desarrollar y mantener ese propósito de manera clara y decidida, y de hacer que se visualicen en nuestra realidad diaria los valores que hemos acordado y que consideramos esenciales para conseguir el éxito organizacional.
Unos valores que expresan nuestro compromiso de situar al cliente en el centro de nuestra acción, de ser íntegros y transparentes en nuestros comportamientos, trabajando en equipos comprometidos con la excelencia, con actitud innovadora, con procesos apalancados en la tecnología y con foco en la eficiencia, para asegurar la generación de valor y nuestra viabilidad.
Estos valores, que será tarea de todos nosotros hacer permear en nuestra organización para que conformen parte de nuestro ADN como empresa, han sido identificados y decididos por la alta dirección, con un la participación de más de 120 directivos del grupo, y conforman una nueva manera de ser, una nueva personalidad organizacional, heredera del pasado y por lo tanto consistente respecto a lo que hemos sido hasta el momento, pero renovadora hacia el futuro.
La nueva cultura, que estamos próximos a presentar a toda la organización, es a su vez generadora y sustento de los rasgos y contenidos de nuestra nueva marca única Codere, que también presentaremos en las próximas semanas.
Vicente Di Loreto, director general del Grupo Codere
(12 de abril de 2019)