Codere comparte visión

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Vicente Di Loreto, director general del Grupo, coloca su pieza en el puzzle que durante estos días han formado los empleados de la sede corporativa de Alcobendas para simbolizar el cambio que protagoniza nuestra compañía, que requiere la suma de todos.

Madrid, 10 de mayo de 2019. En Codere queremos cambiar, para que con nosotros cambie el juego. Y cada miembro de nuestro equipo es más necesario que nunca, porque el cambio requiere la suma de todos.

Con este propósito llevamos ya más de un año inmersos en un proceso de transformación del que cada uno de nosotros es líder. Un proceso, que si bien se enfoca en la generación de valor mediante la revisión de nuestra estrategia, modelo de negocio y organización, debe surgir de algo más profundo, de compartir una esencia y una mirada que se plasmen en cada una de nuestras actuaciones y hablen inequívocamente de lo que somos y de por qué hacemos las cosas.

Por eso, una cultura consensuada y explícita, que tras emanar de nuestra organización permee con fuerza y coherencia en cada rincón, se hace necesaria para impulsar este cambio desde dentro y poder marcar así una auténtica diferencia en un escenario cada vez más competido, donde sólo las organizaciones que conocen su propósito y comparten una creencia son capaces de ocupar una posición de liderazgo.

“Así como la ‘personalidad’ es para una persona la definición de aquello a lo que da valor, a lo que aspira o lo que evita, su forma de ser estable a través de diferentes escenarios y situaciones… la cultura es, en las organizaciones, algo muy parecido. Constituye una forma típica y reconocible de tomar decisiones, enfrentar proyectos, tratar a su entorno.  En definitiva, es la esencia que le otorga peso, sentido y significado. Por eso es importante hacer un ejercicio honesto a la hora de definir esa cultura y esos valores”, explica Álvaro de Ansorena, director corporativo de Personas.

Un proceso profundo y participativo

Con ese objetivo, a finales del pasado mes de septiembre los miembros del equipo directivo de Codere se dieron cita en la sede corporativa de Madrid para la celebración de unas jornadas en las que se inició la tarea de asegurar una visión compartida. Aquel encuentro sirvió para reflexionar sobre nuestro propósito y puso las bases de un proceso de visioning en el que han participado más de 120 directivos de todas nuestras geografías en distintos grupos de trabajo correspondientes a Corporativo, Europa, Cono Norte y Cono Sur.

“Los participantes mostraron una gran sinceridad al expresar cómo se sentían dentro de la organización, y lo que consideraban que debía ser prioritario. Ha sido un ejercicio desde el corazón y la verdad. Y lo que hemos descubierto es que tenemos una aspiración común de cambiar la percepción de nuestra industria; de forma muy compartida y generalizada tenemos esta aspiración. Creemos que el juego es una actividad honesta, transparente y humana, de entretenimiento, que aporta al ser humano capacidad de aprendizaje, emociones y satisfacción. Todo ello, lejos de esa connotación malvada que se le ha querido dar”, añade Álvaro de Ansorena.

“Recapitulamos lo puesto en común y vimos cuáles eran los rasgos coincidentes en los distintos países. Depuramos la información y definimos un propósito compartido por todo nuestro equipo directivo, de primer y segundo nivel. También unos valores y comportamientos que consideramos esenciales para conseguir el éxito organizacional”, explica Joaquín Guijarro, director de Talento, Cultura y Compromiso.

Una cultura coherente y compartida

Las conclusiones de esta primera fase han dado lugar a la definición de una cultura coherente, clara y decidida, que es ahora necesario hacer patente en nuestra realidad diaria. Unos atributos diferenciales que suponen nuestro ADN, el que servirá como palanca para la transformación que estamos protagonizando y el que debe cargar de contenido auténtico y creíble a nuestra marca.

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Porque en Codere queremos ser líderes, referentes y crear tendencias. Queremos arrojar luz sobre nuestro sector, dignificándolo. Queremos ver brillo en los ojos de nuestros clientes… ¡Y de nuestra gente!, dándoles oportunidades de crecer y desarrollarse. Queremos hacer las cosas bien, con ilusión y excelencia, para superar las expectativas de nuestros usuarios e inversores. En Codere tenemos más claro que nunca cuál es nuestra misión y cómo queremos lograrla:

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Ahora tenemos por delante la tarea conjunta de transformar estos valores en realidades diarias. De que nuestros comportamientos y actitudes sean realmente consistentes con esta cultura. De que cada miembro de Codere la interiorice y refleje en su desempeño, de manera que sea nuestra realidad la que le cuente al mundo que somos optimistas, que nos gustan los desafíos y que compartimos ilusiones. Que nos importa ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia y hacer las cosas bien. Que somos espontáneos y digitales. En definitiva, que somos un equipo ganador, y que con nosotros, cambia el juego.

Y para lograrlo, además de una importante campaña de difusión, estos valores se incluirán en nuestros procesos de trabajo. Así, el equipo de Personas impulsará un estilo de liderazgo con  base en  esta cultura compartida.

“Se abre ahora una etapa de reflexión fundamental para la Dirección de Personas sobre cómo hacer que esta filosofía se infiltre en todos los procesos en los que intervenimos. Algo que iremos implementando y comunicando progresivamente, pero que afectará a nuestras herramientas de gestión, evaluación, compensación, selección…; de manera que toda nuestra metodología esté basada en valores”, añade Álvaro de Ansorena.

Y es que en nuestra compañía siempre nos han gustado los desafíos, y ahora tenemos por delante el de cambiar desde lo más profundo, el de ensalzar aquello que nos hace únicos y enriquecer nuestras actitudes y comportamientos en el día a día, para mejorar la calidad de nuestro entorno, la experiencia de nuestros clientes y la percepción social de nuestra actividad. Somos un gran equipo y esta es sin duda una partida en la que nadie se puede quedar en el banquillo. ¡Vamos a ello! Con nosotros, cambia el juego.